RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Lunes 18 mayo 2015 | 15:41
A caballo entre el rural y la costa, los cuatro municipios de la comarca de Ortegal también se disponen a renovar este domingo sus corporaciones. En el caso de su principal localidad, el PP somete a examen su mayoría absoluta, que mantiene desde los comicios de 1991.
Con el mediático Antonio Campo primero y el actual regidor Rafael Girón después, los conservadores retienen el bastón de mando ante una oposición que en las últimas elecciones quedó reducida a un único grupo, el PSOE. Ajustado reparto el ortegano, con 7 ediles para el PP y 6 para los socialistas, que repiten con Juan Vicente Penabad como alcaldable.
Lejos quedan para los populares los 10 concejales que obtuvieron en 1999, pero el PSOE sí ostenta a día de hoy su mejor dato en cuanto a escaños, que sirve para igualar los resultados del mismo 1991. El BNG, que desapareció hace cuatro años del arco municipal, aspira al regreso.
Su última incursión, con 2 ediles -uno de sus mejores registros-, dio paso a un arrastre a favor del PSOE, que barrió a los nacionalistas en 2011. Un ligero retroceso del PP en un concello que pierde población y envejece abriría las puertas a un relevo histórico en la corporación, en solitario para Penabad o con apoyo de los frentistas si logran su primer objetivo.
Sin embargo, más allá de Ferrol y Narón no trascienden encuestas oficiales, así que habría que remitirse a rumorología o conversaciones de calle para aventurar qué puede ocurrir. Carlos Rodríguez Legarreta es el aspirante del BNG, el tercero de los cuatro candidatos al Ayuntamiento.
El último es José Manuel Afonso, que, en lo que se podría considerar una anormalidad democrática, lidera una lista de Falange Española de las JONS, organización, sobra apuntarlo, que bebe del anterior régimen y que se presenta al 24-M pese a estar desaparecida en cuanto a actividad pública en toda la comarca.
Cariño
El que finaliza, mientras, ha sido un mandato bastante más peculiar en la cercana villa de Cariño. Sin mayorías claras, el BNG fue en 2011 el más votado por primera vez en la breve historia de la localidad, emancipada en los ochenta tras su escisión de Ortigueira, ahora que tanto se vuelve a hablar de fusiones, ese debate que es como el Guadiana.
La villa pesquera optó por Purificación Seixido como alcaldesa, pero la nacionalista ya dejó claro que no estaría en el puesto más que un mandato. Ha cumplido su promesa, ya que Xoán Carlos Taracido encabeza esta vez la candidatura frentista al consistorio. El BNG tiene 4 ediles, por otros tantos del PP y 3 del PSOE.
Frente al mejor resultado en las urnas de los nacionalistas, el PP luce heridas de guerra ante la contienda. El nombramiento de Montserrat Pérez Pena como alcaldable provocó el malestar en el grupo municipal, que ha creado AECA, la Agrupación de Electores de Cariño, con Antonio Nieto como número 1.
Pérez Pena encara la cita tras esta división interna y con la responsabilidad de defender la papeleta de una formación que añora sus mayorías absolutas, que perdió en 1999 en beneficio de los socialistas.
El PSOE se renueva y lleva a José Miguel Alonso Pumar como candidato al sillón principal del Concello, el que estrenó un compañero de filas, José Luis Armada, al independizarse el municipio en 1988. Las urnas le darían una amplia mayoría absoluta en 1991, primeros comicios convencionales del actual Cariño.
La formación del puño y la rosa fue la más votada en 2007, con 5 ediles, pero bajó al tercer y último puesto hace cuatro años, con 3 actas en el núcleo pesquero de Ortegal.
Cerdido
Si se regresa al entorno eminentemente rural, más allá de la extensa Ortigueira, surge Cerdido, que ha tenido gobiernos en solitario durante toda la democracia. El PP, antes AP, ha sido el beneficiado por esa situación, con 5 concejales este último mandato, por 3 del PSOE y 1 del BNG.
Ana Rodríguez Montero es la alcaldesa desde 2006. Sucedía al veterano Bernardino Breijo, pero el cambio no suscitó inquietudes en el pequeño municipio. Eso sí, su mayoría es más exigua desde 2007, con 5 escaños frente a los 4 que aprietan en la oposición.
Desde ese mismo proceso electoral, los populares se han anclado en 5 ediles, mientras que el PSOE subió de 2 a 3 en perjuicio del BNG, que pasó de 2 a 1, hace cuatro años.
A partir de aquella fortaleza, los socialistas pretenden un vuelco histórico en Cerdido con Benigno Galego otra vez como alcaldable. María Xosé Vidal, en el BNG, luchará por recuperar el terreno perdido.
Mañón
Para terminar, Mañón, otra de las localidades de la zona con un panorama político más estable. Como ciertos municipios del interior, se aferra desde la Transición a insólitas mayorías, como la del primer mandato, con los 11 ediles a concurso para un único partido, la extinta UCD. Alfonso Balseiro (PP) es uno de los dirigentes más emblemáticos de la zona.
A sus 70 años, es regidor desde 1987, entonces en AP, y desde 1991 ha tenido amplio dominio en la corporación. Si hasta 2003 tenía 8 de los 11 concejales del pleno, el descenso poblacional que recortó los escaños no hizo temblar su posición.
Las tres últimas citas con las urnas han deparado el mismo resultado: 6 para el PP y 3 para el PSOE. Los sucesivos intentos del BNG por entrar al Ayuntamiento, limitado al norte por Estaca de Bares -el punto más septentrional de la Península-, han sido improductivos.
De hecho, los nacionalistas han desistido de presentarse este año a los comicios en Mañón, único concello de todo el entorno en el que abandonan la carrera. No parece que el 24-M depare allí grandes cambios, pero está por ver si José Carlos García Vilameá puede desde el PSOE, único rival del PP en las urnas, recortar distancias.
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