FERROL360 | Martes 12 mayo 2020 | 21:12
Unas 70.000 enfermeras españolas podrían haber estado potencialmente contagiadas de COVID-19 según el estudio de la Organización Colegial de Enfermería de España. Una cifras alarmantes que, en muchos de los casos, responden a la falta de material y a la precariedad a la que están sometidas.
En este Día Mundial de la Enfermería, instituciones como la Diputación de A Coruña se ha iluminado de azul para homenajear al colectivo y poner de relieve el «papel fundamental» que juegan siempre, así como su «profesionalidade, valentía, dedicación e entrega durante esta crise sanitaria sen precedentes».
Sin embargo, además de los aplausos a los que nos sumamos desde esta redacción, los colectivos de Enfermería han querido poner de nuevo sobre la mesa sus demandas, especialmente cuando se trata de profesionales con contratos eventuales que están condenadas por el Sergas a una precariedad que dura décadas.
Así, las Enfermeiras Eventuais en Loita recordaban la fecha y el inicio de su lucha en la «OPE negra» de la que hoy se cumple un año con este vídeo:
Por su parte, desde el sindicato de Enfermería SATSE han reclamado a Ministerio de Sanidad y Xunta de Galicia que aprendan de la crisis sanitaria e inviertan más en este colectivo. Enfermeras para liderar la salud en el mundo ha sido el lema escogido para celebrar la efeméride.
Inciden en que «la escasez de las plantillas, sobre todo en los primeros momentos, y el importante número de profesionales contagiados o en aislamiento les ha obligado a trabajar doblando turnos y con menos periodos de descanso, lo que ha conllevado un importante agotamiento físico y también psicológico por el tremendo desgaste que supone el continuo estrés, ansiedad y contacto permanente con el dolor, el sufrimiento y, con demasiada frecuencia, la muerte».
«Ha llegado el momento de que todas las autoridades sanitarias competentes tomen las decisiones necesarias para que las más de 300.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país asuman la responsabilidad y ocupen el espacio que se merecen dentro del Sistema Nacional de Salud por su acreditada solvencia y capacidad resolutiva y que, hasta la fecha, no ha sido posible por una visión cortoplacista y economicista muy alejada de lo que defienden organizaciones, como la OMS, la ONU o la OCDE», afirman.
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