Édgar Vigo y Fátima Ameneiro son más líderes del FIA European Rally Trophy que antes de la celebración de la cita polaca de este fin de semana, el Rajd Rzeszow, pero la sensación que ha dejado esta carrera en los de Fene ha sido agridulce.

La noticia saltaba la semana anterior a la prueba con la publicación de la lista de inscritos donde, David Stefan, el checo que ocupa la segunda posición del campeonato, no aparecía inscrito, ni tampoco Nikola Mishev, que tras su abandono en Croacia, reaparecía en Austria con unos dolores musculares que le impedían estar presente en Polonia. Ante esta circunstancia, la situación se ponía muy de cara para los gallegos que, con un buen resultado, podrían alejarse aún más en la clasificación general.

El objetivo marcado, previo a la competición, era la obtención de un puesto entre los 5 primeros de los 9 pilotos inscritos dentro del RC4 del ERT, pero no han sido capaces en ningún momento de situarse en esas posiciones. Ya antes de empezar, se esperaba que el ritmo de los pilotos fuese elevado, ya que este rally era puntuable para el campeonato polaco y el eslovaco, jugándose los equipos de los 2 países, la victoria en sus respectivos campeonatos.

Ante esta situación, la estrategia pasaba por mantener un buen ritmo y aprovechar cualquier tropiezo de los rivales, pero desde la primera jornada de competición, el ritmo no era el suficiente. La sensación del equipo a lo largo de las diferentes especiales era de desconocimiento del terreno y falta de confianza, unida a la presión por no cometer errores y lograr la suma de puntos importantes. De este modo, no fue hasta la última sección de la competición que el equipo se notó en buenas condiciones, pero ya era demasiado tarde.

Édgar Vigo reconoció que «Hemos desaprovechado una buena oportunidad y ahora se pueden apuntar a la lucha por el campeonato más pilotos, ya que el eslovaco que en Austria fue penalizado en las verificaciones técnicas tras haber ganado, en esta prueba ha vuelto a ganar y se apunta a la lucha».

Mientras que Fátima Ameneiro apunto que «El desconocimiento del terreno nos ha lastrado. Durante los reconocimientos solo pudimos realizar 2 pasos por los tramos con mucho tráfico y eso nos redujo la confianza, ante un rallye famoso por los cambios de grip».