MARTA CORRAL | Ferrol | Jueves 26 febrero 2015 | 15:03
El almirante en jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Jaime Muñoz-Delgado y Díaz del Río, ha visitado este jueves la Escuela de Especialidades Antonio de Escaño, en su segunda visita oficial a la ciudad naval.
Después de pasar revista en los soportales de la escuela y no en la Plaza de Armas de la misma, a causa de la lluvia, el Ajema, que se tomaba con humor las inclemencias meteorológicas -«estamos en Ferrol, viví muchos años aquí y casi soy ferrolano, así que estoy acostumbrado»-, atendía a los medios de comunicación antes de proseguir su visita por las instalaciones: «Llevaba un año sin venir y tenía la necesidad de hacerlo para animar a la gente a seguir trabajando día a día por el bien de la Armada y de España» aseguró.
Eludiendo hablar de la carta que él mismo envió a la subsecretaria de Estado de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud, en la que relataba las «penurias» por las que están pasando los militares y sus familias debido a los últimos recortes en sus prestaciones sanitarias, por ser, según el Ajema, «una carta interna al Ministerio de Defensa»; Muñoz-Delgado y Díaz del Río sí habló del conflicto con la empresa Cleanet.
«En la Armada, como en toda institución, tenemos problemas que intentamos solucionar. Cleanet es un problema e intentamos ponerle solución. Pero no es un tema de recortes, es un tema de gestión, porque el Ministerio de Defensa está pagando religiosamente», apuntó el Ajema, que no dudó a la hora de señalar a la propia empresa como responsable de la situación de los trabajadores.
Las F-110 para 2022
Preguntado por los periodistas, Muñoz-Delgado y Díaz del Río ha asegurado que el Gobierno quiere abrir un «nuevo ciclo inversor» con el programa de las fragatas F-110, que vendrían a sustituir a las F-80: «Los programas son lentos. Desde que alguien piensa en un despacho, en un papel, cómo va a ser la fragata del futuro hasta que se materializa, transcurren 10 años o más y ahora estamos en los primeros pasos».
Según el Ajema, el Gobierno ha dado su visto bueno para comenzar a estudiar el programa y la Armada ha hecho sus requerimientos, así que es ahora el Ministerio de Defensa el que «tiene que convertir esos requerimientos en viabilidad».
Evitando dar plazos porque «es complicado», ha señalado que las fragatas podrían estar listas en 2022 o 2023, «si todo va bien». Una buena noticia para Navantia que, de materializarse, no sólo supondría, previsiblemente, carga de trabajo para sus astilleros, sino también la oportunidad de comercializar fuera de nuestras fronteras un proyecto pionero en la construcción naval militar a nivel mundial.
Requerimientos de la Armada
La Armada ha solicitado que las F-110 tengan una vida operativa de 40 años, así como capacidad para incorporar grupos embarcables y operancia con vehículos no tripulados tanto a,éreos como en superficie o bajo superficie.
Las nuevas fragatas tendrían una velocidad sostenida mayor que los 35 nudos y un espacio multiuso. Todo ello, pudiendo operar durante 240 días y con 18 meses de alta disponibilidad. Cubriría las funciones entre los BAM (Buques de Acción Marítima) y las fragatas de la clase Álvaro de Bazán, para escolta y seguridad marítima.
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