RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Lunes 28 octubre 2013 | 13:36
Dos de los grupos de la oposición en el Concello de Ferrol mantienen posturas diferentes ante la decisión adoptada por el alcalde en torno a la limitación de acceso a los plenos. Este lunes, el BNG ha anunciado que en la propia sesión reclamará del gobierno local que se eliminen esas restricciones, mientras que el PSdeG-PSOE, aunque dice estar en contra de la medida, prioriza el mantenimiento de las normas de participación ciudadana.
El portavoz nacionalista, Iván Rivas, insistió en que se trata de una «medida antidemocrática e represiva» que permite «evitar o debate político». Recordó que también se limita el número de mociones a debate en cada junta y que lo que busca el consistorio es «impedir a participación dos veciños da cidade de maneira libre».
Rivas sostuvo que con las cincuenta plazas mediante invitación a través de los ediles, las diez reservadas para prensa y la decena restante por orden de llegada se pretende «facer da sociedade un espello da representación municipal». Sin embargo, afirma que ese retrato «non se axusta á realidade social».
A su entender, el público será únicamente «asistente», no tendrá «unha actuación directa». Para el edil de la formación frentista, no es admisible que una iniciativa de tal calado no se haya consultado con la oposición, tildándola de «autoritaria» al haberse adoptado por decreto. Rivas observó que se aspira a «limitar e ocultar o debate nesta cidade», además de la propia participación en ese debate.
Por todo ello, el BNG llevará al mismo pleno de este jueves, el primero que se guiará por estas directrices, una moción con el fin de cambiar lo ya anunciado. Quieren que se «elimine esta decisión», que ven unilateral, y que no se impida el acceso de los vecinos a un «acto público» al que «teñen dereito» a asistir. Para Iván Rivas, el regidor tiene la «intención clara» de «non someterse a ningún tipo de discusión».
Consideró «intolerable» que la misma mañana del viernes, tras presentar la propuesta en junta de portavoces, ya fuese remitido el documento firmado por el alcalde.
PSdeG-PSOE
Por su parte, los socialistas, preguntados al respecto durante una rueda de prensa este lunes, aseguraron que la decisión del gobierno local no ha sido analizada todavía en el seno del grupo. En todo caso, su portavoz, Natividad González Laso, afirmó que no les «gusta la distribución del número de espacios» y dijo que no pueden evitar que el PP apruebe la medida gracias a su mayoría absoluta.
González Laso priorizó el cumplimiento del reglamento de participación ciudadana para que «las personas que quieran intervenir, intervengan». En su opinión, «un ciudadano no tiene que venir a pedirle a un grupo político una entrada». Pidió que «se garantice que las personas que quieran puedan entrar sin filtro».
Anunció que su formación pondrá las 14 entradas que le corresponden «al servicio de la población en general» y que no las van a «repartir en clave política». Sobre los incidentes recientes en los plenos, pidió que esté «garantizado el orden» impulsando la «pedagogía».
Reconoció que el alcalde tenía «que actuar», pero cree que la «dificultad de gestión la ha transferido a los grupos políticos». Es decir, que ha puesto la pelota en el tejado de la oposición. «Si tiene el poder, adminístrelo bien», pidió. Asumió que aceptarán «lo que se acuerde en el pleno» porque «no quedará otro remedio».
Su consejo: políticos y ciudadanos tienen que tratar «de ser capaces de opinar respetando al otro». Pero también detectó un «cierre de boca» a los demás partidos de la corporación, aseverando que no pueden dialogar «con otras fuerzas porque no es posible». «No nos gusta el sistema», sentenció, pero «es su decisión». Eso sí, fruto de un «fracaso».
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