Iván Rivas, junto a María José Peniza, presidenta de la Asociación Vecinal de Ferrol Vello, presentaron esta mañana la moción que se debatirá en el próximo pleno municipal, en la que proponen al gobierno local habilitar el espacio necesario para el estacionamiento de los autobuses, reponer la marquesina y señalizar la parada del Puerto de Curuxeiras, incluida en las líneas de transporte público.

Las fuentes del bloque consideran que esta situación es producto de la improvisación con la que se desarrolló la urbanización de esta zona, que no tuvo en cuenta la realidad del transporte público. Recordaron que no es la primera vez que se intenta eliminar la parada del puerto, ni es la primera vez que la vecindad de Ferrol Vello tiene que exigir el mantenimiento de la misma.

Ahora, además, se exige que se mantenga en condiciones dignas, sin tener que estar a la intemperie y sin provocar riesgos para la circulación de automóviles y peatones en la zona. María José Peniza indicó que la vecindad del barrio quiere un compromiso público por parte del Concello de que se mantendrá la parada de autobuses en el muelle y en condiciones dignas.

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Afirmó que en el barrio llevan tiempo preocupados porque tanto el Concello como la Autoridad Portuaria les están ignorando, y la impresión que tienen es que quieren suprimir esta parada. Y advirtió que desde que los autobuses paran en la curva de la Cortina, este es un sitio peligroso tanto para los coches como para las personas mayores que viven en el barrio, quienes ya han tenido algún susto.

Los nacionalistas sostienen que «la reforma de la dársena de Curuxeiras, impulsada por el Partido Popular a través de la Xunta, la Autoridad Portuaria y el Concello dentro del denominado proyecto Abrir Ferrol al Mar, no tuvo en cuenta a los usuarios del transporte público, eliminando la única marquesina existente en el puerto y el lugar donde estacionaban los autobuses para esperar su hora de salida».

Esto ha condenado, apuntan, a los usuarios a esperar en la acera, en las puertas de la Cortina, a los autobuses a tener que esperar ocupando gran parte del carril de circulación y a los coches a ocupar el carril contrario cuando esto ocurre.