RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Viernes 27 marzo 2015 | 18:32
Como ocurrió hace unos días con Bonilla en el Callao, el Derby ha regresado. El emblemático café del número 53 de la calle Real abría sus puertas este mismo viernes, con una especial afluencia de público a lo largo de la mañana, la particular franja de máxima audiencia de la hostelería. El clima ya estaba más relajado a la hora de la siesta.
Cerrada la etapa con el músico Pepe Ramos hace escasamente unas semanas, los nuevos titulares del local han acondicionado su superficie en tiempo récord. Ahora dispondrán de un horario más amplio, de primera hora de la mañana a la noche y sin descanso al mediodía. Ese período se alargará todavía más, como era de esperar, los viernes y sábados.
Refugio de personas de todas las edades, Ramos consolidó al Derby como reducto para amantes de un ambiente tranquilo con una copa entre los dedos. Hay matices en ese aspecto, ya que la variedad de bebidas es todavía mayor desde este viernes y parece que se cuida todavía más -con varios camareros- el detalle al servirlas, incluso con pequeños acompañamientos comestibles.
Sin llegar a profanar su idiosincrasia anterior, incorpora dos pantallas de televisión sobre la entrada y al fondo del bar. Mantiene, eso sí, sus principales señas de identidad, como su barra en forma de herradura -la madera luce restaurada y con iluminación adecuada- o el mural que evoca las carreras de caballos en la pared próxima a los aseos.
Pequeños rincones
En ese mismo entorno, porque el Derby se construye a base de pequeños rincones que encierran tantas historias, la modernidad llama a la puerta y todo está impecable en el día del estreno, con un separador acristalado junto a un mostrador con la prensa diaria. Aprovechados los recovecos con respaldos a modo de sofá, la atmósfera gana en comodidad e incentiva su pasado brillante.
El simple hecho de cruzar la puerta, con sus coqueta cortina, ayuda a fijar la mirada en el suelo, igualmente actualizado, y las mesas y sillas que sí persisten de la era anterior. La decoradora ferrolana Belén Sueiro es la responsable del proyecto de remodelación de un café que data de los años 30.
Sumó a sus trazos una terraza, de la que carecía el anterior Derby y que se arreglará a la normativa de edificios protegidos de A Magdalena. El trasiego de curiosos ha sido incesante en la misma mañana en la que jóvenes y adultos inician sus vacaciones mientras otros tantos regresan al Ferrol de sus orígenes por Semana Santa.
La calma tras un jueves de lluvia ayuda al paseo en la tableta de chocolate, todavía sin los apuros de los días grandes que están por llegar. Algunas tiendas y locales de hostelería, como en años anteriores, también aprovecharán estas jornadas de bullicio para cambiar de ubicación o estrenarse ante el respetable.
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