RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Domingo 1 septiembre 2013 | 20:16
Buen ambiente en las gradas de A Malata para el primer partido del Racing de Ferrol como local en su regreso a la Segunda División B. Pese a la jornada veraniega, cerca de 1.500 espectadores se dieron cita en el coliseo ferrolano, pero el espectáculo no discurrió como podrían haber esperado.
No hizo falta ni un minuto para que la UD Logroñés se adelantara en el marcador por mediación de Gil. Los primeros sesenta segundos de duelo fueron demasiado agitados. Arrastrados por la marea, los de Aira no fueron capaces de acercarse con contundencia al área rival hasta el entorno del minuto 10.
Los verdes resolvían correctamente ante las internadas de los riojanos, pero sus hombres más avanzados no encontraban combinación posible para concretar sus oportunidades.
El equipo de Logroño estaba dispuesto desde el pitido inicial a dar guerra, tras su derrota en Las Gaunas en la primera jornada. Algunas de sus acciones en las cercanías de la meta defendida por Camacho reflejaban una superioridad más que evidente, pero la escuadra de la urbe naval fue capaz de darle la vuelta a la tortilla.
El Racing recuperaba paulatinamente el pulso tras el golpe anímico de la pasada semana en Cantabria y comenzaba a aproximarse con timidez a la portería riojana. Fue entonces cuando, en el minuto 11, Manu Barreiro anotaba el único gol ferrolano en el marco de una reacción fulminante. Desde ese instante, las ocasiones sí fueron más claras, como las dos de Jorge Rodríguez en los tres minutos siguientes.
La actuación del colegiado, el asturiano Jaime Ruiz Álvarez, fue más que discutida por parte de jugadores verdes, afición y técnicos. Pese a sus resoluciones, un Diego Dopico correoso y rápido intentó despuntar, frente a un Pablo Rey que, aunque llegó a intentar colaborar en una posición más retrasada, no recibió todos los pases esperados.
En una segunda parte mucho más espesa, se repartieron las ocasiones y Barreiro confirmó un nivel especialmente alto, aunque perdió potencial físico en la recta final. De este modo, los ferrolanos convencieron ante los suyos, pero desaprovecharon demasiadas jugadas. En esa línea, Marcos Álvarez tuvo poco protagonismo y solo la entrada del joven Carlos López, que debutó en la categoría, dejó buenas sensaciones en los últimos minutos.
El juego más o menos equilibrado de la segunda mitad se rompió en el 43. Un penalti, que las imágenes de televisión no reconocen, otorgaba a la UD Logroñés el 1-2 definitivo, anotado por Ubis. Así, el Racing no sacaba rendimiento de su buen arranque y destellos positivos en el juego y evidenciaba que la temporada va a ser más dura de lo esperado.
Vestuarios
El entrenador riojano, Raúl Llona, destacó la importancia de «empezar jugando fuera y poder ganar», además de reconocer que el resultado otorga «mucha confianza». El preparador sostuvo que estaba «contento» por el trabajo de sus jugadores durante los 90 minutos, pese a ser un «equipo en construcción».
Llona asumió que anotar en el minuto 1 «es un regalo» y que, en el cuarto de hora posterior al gol ferrolano, podían «haber tirado el partido» por el mal juego que ofrecieron, aunque finalmente no fue así. «Salimos vivos», dijo.
Por su parte, Aira estimó que los «tramos iniciales y finales nos han penalizado» y que, en lugar del único punto que suman en su casillero, podían tener seis. No en vano, resaltó que su equipo fue «mejor que el contrario», pero que en los «tramos peligrosos no puedes encajar un gol ni conceder acciones como las que hemos concedido».
En su opinión, «dejamos la oportunidad de matar al Logroñés» y opinó que «la eficacia en el fútbol viene por rachas». Frente a la «defensa bien armada» del rival, aseveró que el Racing falló en la «zona donde hay que decidir» y que tendrían que haber optado por acciones previas antes del juego directo.
A su entender, la ausencia de victorias no refleja la necesidad de contratar a nuevos jugadores, sino el hecho de que será «un año complicado».
Preguntado por el penalti que supuso el triunfo riojano, reconoció que no sabía «si acerté o no con esa decisión», en referencia al posicionamiento de Iosu como «marca individual» frente a la línea de la UD Logroñés.
Jugadores
Tras el encuentro, el portero racinguista Camacho, que no desempeñó un papel especialmente relevante en el mismo, dijo que «el equipo ha trabajado bien» y destacó la «mala suerte» de «dos goles puntuales». Abogó por «aprender de los errores» y evitar la alarma, asegurando que «hasta el rabo todo es toro».
El guardameta andaluz recordó que en Segunda B hay más «agresividad» y otras condiciones de juego y, tras debutar como titular, apostó por «ayudar al equipo». A los aficionados, en clave positiva, les anunció que «queda mucha tela por cortar».
Por su parte, Iosu, protagonista de la acción que derivó en el penalti, relató que el rival lo puso «difícil» y que el Racing no cometió demasiados fallos. «En dos jugadas puntuales nos han hecho gol», subrayó. Relató la pena máxima asegurando que el jugador riojano Garrido, el otro actor en el conflicto, le agradeció lo acontecido, pese a que él no era consciente de lo que acababa de pasar.
De hecho, descartó haber cometido esa falta y se reconoció «fastidiado» por lo ocurrido. A su juicio, fue «una jugada desafortunada» y dijo esperar que un colegiado «no se vuelva a atrever a pitar algo así».
Otros resultados
En Tercera División, el Somozas arrancó un empate (2-2) en casa del Boiro, al igual que hizo el As Pontes en casa frente al Cerceda (1-1). Mientras, en Preferente Autonómica, el Galicia de Mugardos venció 3-1 a O Val en el derbi comarcal de A Pedreira y el Narón firmó tablas en Río Seco (2-2) con el Sada.
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