FERROL360 | Viernes 11 abril 2014 | 11:30
Con más de 20.000 desempleados en las comarcas de Ferrolterra, Eume y Ortegal, y un futuro poco prometedor, son dos los caminos que se abren para los desempleados: emigrar o emprender, he aquí la cuestión.
Un total de 16.822 personas de las tres comarcas residen en el extranjero y más de 200 ferrolanos han abandonado Ferrol en el 2013, un dato que coloca a la urbe naval a la cabeza de la diáspora comarcal. Eso, sin contabilizar a los que, aún viviendo en nuestro país, se han trasladado a las grandes ciudades para poder acceder a un empleo.
Pero no todos quieren o pueden emigrar. Las cargas familiares o el trabajo estable de algún miembro de la familia despejan la idea de hacer las maletas y probar suerte en otro lugar; aunque no estamos hablando de rendirse.
Estamos rodeados de valientes. No hay más que darse una vuelta y comprobar que, a pesar de la que está cayendo, son muchos los que se deciden a cumplir su sueño y montar un negocio. Pero, ¿es sencillo emprender? La respuesta es no.
Desde las administraciones nos animan a ello, pero la realidad es que los emprendedores se zambullen en una piscina sin que nadie les diga si van a hacer pie.
Recopilando los testimonios de nuestra sección Aquí quiero quedarme, en la que hablamos con personas que han puesto en marcha un negocio, todos resaltan tres escollos en su aventura empresarial: el escaso asesoramiento gratuito, la abundante burocracia y la nula financiación.
¿Cómo afrontarlos?
El Instituto Galego de Promoción Económica (IGAPE) sería el punto ideal en el que pudiésemos recabar la información deseada y encontrar una orientación para nuestro negocio; pero no tiene un módulo específico de asesoramiento en Ferrol, de modo que es mucho más útil contactar con ellos a través de su web.
Otro de los lugares a visitar es COFER, la Confederación de Empresarios de Ferrolterra, Eume y Ortegal, con sede en el ferrolano Cantón de Molíns. Organizan seminarios para emprendedores, encuentros de trabajo y albergan a otra de las entidades que conviene conocer: AJE Ferrolterra, la Asociación de Jóvenes Empresarios.
Desde AJE fomentan la iniciativa empresarial y ofrecen formación y asesoramiento para los jóvenes emprendedores. Despejando dudas sobre los modelos de empresa que más se ajustarían a cada proyecto y sus vías de promoción. Además, premian anualmente a los mejores emprendedores.
En la Cámara de Comercio de Ferrol también facilitan información y orientación para los nuevos negocios. Ayudan a formular el plan de empresa, elegir la forma jurídica y realizar los trámites administrativos.
Aunque, esto último, no será del todo fácil. Más bien lo contrario. Algunas fórmulas se están agilizando mucho, como darse de alta como autónomo, pero los permisos para abrir un establecimiento siguen siendo una ardua tarea.
Para los que estén decididos a abrir un establecimiento, desde el Concello de Ferrol facilitan las cosas a través de una web específica. En ella encontramos locales disponibles, un estudio de mercado que ayuda a decidir cómo enfocar el negocio e información sobre las subvenciones disponibles.
El tercer bache en el camino del emprendedor, la financiación. Porque, aunque se intenten minimizar los riesgos económicos y el coste del negocio, siempre se necesita una mínima inversión inicial. Un impulso seguro, fácil y rápido como el que nos ofrece esta web de créditos rápidos. Un sistema que va ganando seguidores por lo sencillo e inmediato de la gestión. Otra de sus ventajas es la disponibilidad del dinero de una manera casi automática, los cómodos plazos para devolverlo -que además puedes prorrogar- y los intereses ajustados a la cantidad que se solicita. Y todo, a un click.
Entonces… ¿emprender o no emprender?
No es una cuestión sencilla y hay que tener los pies en la tierra. Es necesario contemplar los riesgos y las posibilidades del negocio sobre el papel, creando un plan de empresa con el asesoramiento de profesionales. De este modo, el emprendedor valorará objetivamente si merece la pena iniciar su camino.
Otro de los puntos que hay que tener en cuenta es que la jornada laboral no será de ocho horas. Cuando se inicia una empresa, los horarios son muy abiertos y poco flexibles, por lo menos durante el comienzo. Pocas vacaciones y poco ocio, pero trabajando para uno mismo.
Pocos son los emprendedores que están teniendo ganancias antes de un año desde el inicio de la actividad, así que la paciencia y la perseverancia suelen ser buenas compañeras de los valientes.
Aún así, con todos estos conceptos claros, montar tu propia empresa es ver un sueño cumplido, probar suerte, aprender mucho, conocerte más. Materializar un proyecto propio, aunque motivado por la crisis, es una oportunidad.
Ni hay que ser osado, ni hay que tener miedo al fracaso. Abraham Lincoln perdió varias veces como candidato a la Cámara de Representantes. Disney fracasó en algunos trabajos antes de montar su factoría de sueños. Einstein y Braun repitieron un curso de matemáticas. Henry Ford estaba en la ruina con 40 años.
Como diría el autor de El principito, Antoine de Saint-Exupéry: «El fracaso fortifica a los fuertes».
Debate sobre el post