TEXTO y FOTOGRAFÍAS: ALICIA SEOANE | Ferrol | Miércoles 22 marzo 2023 | 10:41
Elena Horjales tiene 42 años y es madre de dos hijos, pero además de su trabajo y de la crianza, gestiona su cargo como presidenta del Club de Campo de Ferrol. Tomar este tipo de decisiones requiere mucho esfuerzo y tiempo de la vida personal, por eso en un mes de marzo en el que se aplauden los logros femeninos hemos querido conocer su historia.
Elena nos recibe en las oficinas del club en Pazos un lunes por la tarde. Hemos atrasado la hora para que pudiese llegar a tiempo y empezamos hablando de conciliación y de todo el esfuerzo que implica tomar responsabilidades en lo colectivo. En mayo 2019 se produjo un cambio en la directiva de la entidad y en aquel momento ella estaba metida en los equipos de pádel.
Ya le habían ofrecido en varias ocasiones echar una mano en las cuestiones que tenían que ver con la parte deportiva, pero no hasta este punto: «Si he podido aceptar este compromiso es porque tengo ayuda. Hay ciertos compromisos que requieren perder una parte del tiempo que en otro momento me dedicaría a mí misma», se sincera Elena.
En este tipo de sociedades los puestos son cargos altruistas y no se produce mucho relevo. Son puestos que requieren esfuerzo y no tienen remuneración. «Todo lo que nos afecta en lo colectivo es complicado, pero también son cosas que te tienen que gustar. A mí me gusta poder implicarme y ver que se pueden mejorar los servicios y hacer cosas. Efectivamente, siento que alguien lo tiene que hacer, porque si no la gente también acaba cansada», reconoce.
Cuando empezaron en 2019, la expectativa era muy positiva al producirse un relevo generacional, pero a la vez estaban acompañados del saber hacer de anteriores directivas. Empezaron con toda esa energía propia del cambio y mirando hacia atrás, hacia esos comienzos, nos recuerda que «han sido años muy duros, a nadie se nos pasaba por la cabeza que íbamos a pasar una pandemia mundial y todo ese impacto económico que supuso en la sociedad en general y también en esta en particular».
En estos años se han cambiado los estatutos del Club de Campo y se han hecho obras que eran necesarias, pero a nivel de gestión esto ha requerido de tener un equipo trabajando con muchas ganas: «Desde la barrera hay cosas que no se entienden; sin embargo, cuando estás dentro te das cuenta de que hoy en día hay muchas decisiones que vienen condicionadas por las normativas, entonces se ven las cosas muy distintas. Es verdad que, desde fuera, pueden gustar más o menos, pero hay mucho trabajo detrás», comenta la presidenta.
Actualmente, el club ha sacado una nueva oferta para captar socios, ya que la sociedad sobrevive de sus aportaciones. En un momento social tan complejo para toda la sociedad como ha sido la subida de los precios de la luz y del gas, y lo que ello repercute en la lista de la compra, han decidido rebajar el pago de la entrada para conseguir nuevos socios.
Hacerse socio conlleva una entrada de un coste de 750 euros, sólo para las 200 primeras altas e invitados por un socio. «Si ahora mismo las familias lo están pasando mal para cubrir sus servicios básicos, tenemos que ajustarnos a esta nueva realidad, no podemos quedarnos de espaldas a esta situación», dice Elena Horjales, consciente del contexto que se vive a nivel mundial, y valorando que desde el Club de Campo quieren estar a la altura de lo que exigen las circunstancias.
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