El quinto espectáculo en solitario de Diego Anido es, más que nunca, el resultado de una metodología de trabajo muy personal y poco común. En ella convive la variedad escénica: texto, danza, baile, música en directo (con extraños objetos…) con una depurada dramaturgia que trata de dar vida a una biografía de una pseudo estrella del pop con la propia biografía del autor.
«El dios del pop» es un singular individuo que transita por la escena con un delicado caminar, una voz suave y una energía salvaje para mostrar todo lo que su talento le permite ser.
«El dios del pop» es una impresión. Como la que nos llevamos cuando conocemos a una persona. ¿Que sabemos de ella? ¿Que sabemos de ella que ella misma no sabe? Ella tiene otra impresión de sí misma.
Un relato formado por fragmentos escogidos de su pasado. Precisa crear el relato. Y no duda en cambiar el pasado para superar en el presente a vergüenza del que no le gusta de sí misma. No tiene consciencia de que, en realidad, es un diamante.
Un diamante hundido en los Pantanos de la Tristeza. Brillando y laiándose. Pensando que su propia pereza le impide sair. Pero no es pereza. Es el relato.
Diego Anido nos muestran una autobiografía inventada. Nos regalan una vida que a veces parece la suya, pero que no le avergüenza como la suya. Sin miedo a quemar su memoria. Solo para que lo adoremos. Como a un «dios del pop».