FERROL360 | Miércoles 12 de febrero de 2025 | 10:30
José Ángel Ríos es el mariscador que ayer cumplió una semana en huelga de hambre. Aunque la falta de alimento empieza a notarse en el cuerpo de Ángel, confiesa que «seguiré hasta el final». Así lo explicó el lunes pasado en la sede del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI) de la Seguridad Social en Ferrol.
El Mariscador pide que se mantenga la incapacidad permanente que le concedieron hace dos años. Como está en situación de seguir trabajando, aunque no en el marisqueo, no reclama una invalidez absoluta. José Ángel Ríos ha perdido la movilidad que requiere el trabajo del marisqueo. Tampoco puede seguir trabajando en su propio barco, porque no supera los controles médicos necesarios.
Con su huelga de hambre, reclama a la administración que le reconozcan una incapacidad por artrosis severa y la rotura de tendones, de la que, asegura, «no he experimentado mejoría ni tampoco me han hecho pruebas que acrediten que pueda seguir mariscando».
Esta semana su hija explicaba la situación en un vídeo que se hizo viral:
Esta semana misma semana el grupo municipal de Ferrol en Común visitaba a José Ángel Ríos en la puerta del EVI, escuchando sus demandas y constatando su desesperación debido a que ninguna administración le ofrece una salida a una situación límite, «lo que le ha llevado a emprender una huelga de hambre que está a punto de cumplir diez días, con un notable desgaste físico y mental que afecta gravemente a su entorno familiar» explican desde FeC.
Un sistema laberíntico deja a José Ángel sin empleo y sin posibilidades de conseguirlo, con una revisión de su incapacidad sin ningún tipo de prueba médica y solo mediante observación, lo que le hace perder no solo su empleo, sino también la perspectiva de obtener otro, pues no podría pasar ningún reconocimiento médico mínimo para poder trabajar. Actualmente, está a la espera del servicio de valoraciones de la Xunta de Galicia.
Desde Ferrol en Común consideran que la moción presentada hace escasos meses en el pleno, denunciando las listas de espera de este servicio, era adecuada y no afrontaba un problema público cualquiera, como puede ser en el ámbito urbanístico o de transporte, sino que estaba en juego el mínimo bienestar e incluso la supervivencia de las personas, y que las soluciones propagandísticas anunciadas no iban a solucionar un problema estructural que necesita refuerzos en medios personales y materiales.
Además, han solicitado al gabinete de la alcaldía que el alcalde reciba, junto con el resto de portavoces, a la persona afectada para que pueda exponer su problemática y tratar de buscar una solución desde la corporación.
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