Lara de la Iglesia | Jueves 22 de agosto de 2024 | 11:51
En la tarde de ayer, Exponav acogió la presentación del número 35 de FerrolAnálisis, revista de pensamiento y cultura, editada por el Club de Prensa de Ferrol. En esta edición se rinde un homenaje a Xesús Alonso Montero, el catedrático de Literatura Gallega que fue director de la Real Academia Galega (RAG), institución de la que sigue siendo miembro, entre el 2013 y el 2017.
La presentación comenzó con un «paseo» por los artículos de la revista de la mano de la directora de la publicación, Esperanza Piñeiro de San Miguel, que guio a los asistentes por los diferentes textos que componen este último número.
Pero el punto fuerte del acto fue, sin lugar a dudas, la intervención de Xesús Alonso Montero, quien manifestó que él, en un principio, solamente quería publicar su artículo «Sobre a intelectualidade progresista de Ferrol a fins do XIX e comezos do XX», en el que repara en la huella de la familia de la Iglesia, con especial hincapié en la figura de Alfredo de la Iglesia. Aun así, el Club de Prensa decidió realizar un homenaje al literato, en sus palabras «clandestinamente», sin que él supiera nada.
La conferencia del conferenciante nato (y con experiencia)
Para Xesús Alonso Montero, hablar en público no es nada nuevo, y así lo explicó él mismo, asegurando que, según sus cuentas, habría realizado ya 5000 disertaciones públicas, «5001 coa de de hoxe». De esta forma, el catedrático se desenvolvió de forma totalmente natural ante un público entregado a sus palabras. Quiso realizar una apreciación a la revista y el trabajo que tiene detrás. Con su humor característico, y con parte de reivindicación, destacó que si quienes levantan esta publicación, así como todo el que se dedica a las letras, cobraran la hora «como un fontanero» serían todos ricos. Además, hizo mención a la longevidad de FerrolAnálisis, asegurando que pocas han sido las publicaciones culturales en Galicia que han superado los primeros números (o el primero, directamente).
Alonso Montero habló sobre un episodio de su vida que recordó leyendo el texto que le dedica Bernardo Máiz en las páginas de la revista. En él, Máiz habla sobre como siendo adolescente, alrededor del 17 de mayo de 1967, acudió a una conferencia que el sociolingüista pronunció en Ferrol con motivo del día de las Letras Galegas, dedicado en aquella ocasión a Curros Enríquez. Según aseguró el catedrático, aquella fue la primera conferencia en gallego que se daba en la ciudad desde la Guerra Civil.
Aquella cita se desarrolló en el Casino Ferrolano, un sitio que, apuntó, tiene connotaciones que poco tienen que ver con la obra de Curros. El conferenciante explicó que en esa época ya tenía un mal nombre, que «a policía xa sabía que meu nome soaba mal», para después añadir que «o que non sei se sabía a policía é que esa conferencia organizouma o Partido Comunista». Terminó su narración sobre este acontecimiento contando lo que dice Bernardo Máiz: que al terminar, más de la tercera parte del público estaba «fungando», algo que el catedrático explica que fue «primeiro porque falei de Curros, segundo porque falei en galego», otra tercera parte estaba indiferente y cree que la parte restante «era bastante hostil».
El catedrático también recordó otro momento de su vida, el hecho que ocurrió en una conferencia sobre el gallego que ofreció en la Universidad de Barcelona en 1973. En aquel acto, con policía armada presente en la sala, mencionando nombres aleatorios de ciudades gallegas, Alonso Montero mencionó Ferrol, pero no cayó en la cuenta del «apellido» que tenía entonces la ciudad y que hacía referencia a cierto jefe de Estado nacido en el número 136 de la calle María. Ante la expectación de los antifranquistas allí presentes y de la propia policía por ver qué hacía, Xesús Alonso Montero decidió referirse a la ciudad como «El Ferrol de Pablo Iglesias». Aquello le valió una visita rápida al cuartel, en la que sorprendió a los que le detuvieron desvelando que era catedrático y no un empleado de Bazán que buscaba líos, como aseguró que debieron pensar las fuerzas del orden de la ciudad condal.
Tras una amena disertación de más de 45 minutos, Alonso Montero se despidió agradeciendo la atención de los presentes, además de disculparse, ya que le habían asignado 15 minutos de tiempo para hablar «e falei 16».
Alonso Montero y Alfredo de la Iglesia: catedrático de Literatura estudia a catedrático de Literatura
Xesús Alonso Montero se adentró en la figura de Alfredo de la Iglesia en su etapa como presidente de la RAG, mientras se adentraba en los archivos de la Academia. Cuenta que un día se encontró con un «caudal de información verdaderamente extraordinario» sobre este hombre, pero también sobre su hermano, Santiago de la Iglesia, aunque no fue este quien llamó más la atención del entonces presidente de la institución.
Alfredo de la Iglesia fue el autor del primer manual de literatura gallega para estudiantes de bachillerato, algo a lo que no se le dio mucha importancia, pero que Alonso Montero quiere destacar. Este hombre, Alfredo, fue como él catedrático de Literatura, pero, en su caso, de Literatura Española y ofreció clases gratis a los huérfanos de la Armada en Ferrol durante 30 años. Durante su carrera, fue adentrándose en el gallego y su enseñanza, así como su dignificación.
Para hablar de la vida y obra de Alfredo de la Iglesia se podrían usar muchos párrafos, pero eso es otro tema que se le deja mejor a Xesús Alonso Montero.
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