FERROL360 | Lunes 18 julio 2022 | 14:25
Desde hace 15 años, Manuel Rodríguez realiza las labores de vigilante de seguridad en las instalaciones de la ciudad del surf que se ha erigido estos días en la playa de Pantín. Su sueño era jubilarse en la playa y está a pocos días de lograrlo, puesto que cumplirá próximamente 65 años. La suya es la historia de muchas personas que, aunque no hayan participado activamente como surfistas, son piezas fundamentales del éxito del Abanca Pantín Classic Galicia Pro.
El campeonato echaba el cierre coronando a Teresa Bonvalot y Adur Amatriain, pero también homenajeando a Manuel por sorpresa. La organización le preparó un pequeño reconocimiento que pilló desprevenido a este ferrolano del 57 que empezó a trabajar a los 16 años y pasó por todo tipo de oficios hasta que recaló en el sector de la vigilancia, que lo llevó a ser el vigía nocturno en Pantín desde 2007, cuando la prueba todavía se celebraba en el paseo.
«Esto ha ido cambiando y ha crecido mucho. Es un polo de atracción y, claro, hay material valioso que atrae a los maleantes. Hace años, pillamos a unos que estaban tratando de robar unas tablas y neoprenos. Y esta semana, trataron de entrar en la tienda de ropa de la colección oficial. Al percatarse de que los habíamos detectado, salieron huyendo y desaparecieron con las manos vacías», recuerda Manuel.
Ha agradecido el buen trato de la organización durante estos 15 años donde ha tenido rondas de todo tipo, con lluvia y con calor infernal. Este domingo, antes de empezar su turno de noche, el equipo del Pantín le ha hecho un regalo y le ha brindado un sonoro aplauso de homenaje, destacando que no cualquiera puede cumplir su sueño de jubilarse en la playa: «Ya me tocaba dormir por las noches», ha ironizado Manuel Rodríguez.
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