LETICIA MARTÍNEZ | Ferrol | Lunes 29 septiembre 2014 | 11:25
He de reconocer que la primera vez que oí hablar de ellos fue tan sólo hace unos meses. Una banda madrileña, de nombre IZAL, cuyas canciones me recordaban a otros grupos de música independiente de la estampa nacional. «Uno de tantos», pensé en aquel momento.
Sin embargo, cosas del destino, de la casualidad o de los amigos, qué se yo, consiguieron que les diera una oportunidad que se ha convertido en un enganche de esos que van poco a poco, que te permiten saborear cada detalle, cada nota, cada palabra de sus canciones.
Ellos llevan cuatro años trabajando juntos, aunque todos tienen una experiencia dilatada en proyectos musicales. Con un EP nacido en 2010, Teletransporte, y dos álbumes publicados mediante crowdfunding, Magia & Efectos Especiales y Agujeros de Gusano, han obtenido numerosos galardones entre los que se encuentra el de Artista Revelación de los Premios de la Música Independiente en 2013.
El pasado viernes pude entender el porqué de tanto éxito y tuve la oportunidad de comprobar en directo que la calidad de ese trabajo no se reduce a los proyectos que ya tienen publicados.
Mikel, Alejandro, Gato, Alberto e Iván consiguieron que los sentimientos, las emociones, la garra y la fuerza que transmiten sus canciones cuando las escuchas se trasladaran al nuevo auditorio ferrolano.
Fue un concierto íntimo y ello hizo que, con una acústica inmejorable, los asistentes pudiéramos comprobar la grandeza de esta banda madrileña. Y es que las primeras notas de Despedida hacían presagiar que aquello sería memorable y que no había un plan mejor para ese viernes noche ferrolano.
El grupo hizo un repaso de su último álbum con canciones como Asuntos delicados, Pánico práctico, Palos de ciego y Jenna Fischer, entre otras. Pero, además, hubo tiempo en esa hora y media para recordar clásicos de su anterior trabajo como Extraño regalo, Tu continente, 28 horas o Que bien (la que reconozco, es mi preferida).
Y precisamente con un «qué bien que hayáis venido» agradecía su cantante, Mikel Izal, la asistencia de un centenar de personas que, aunque físicamente no consiguieron llenar el auditorio, se entregaron, disfrutaron y crearon un clima indescriptiblemente acogedor.
Creo que no me equivoco si afirmo que, al igual que a mí, el viernes se metieron al público en el bolsillo. Su derroche de humildad, sencillez y esa forma de conectar con sus fans explican por qué están nominados en los MTV Europe Music Awards 2014, en la categoría de mejor artista español.
Aunque me faltaron algunos temas como A nuestros rincones o Teletransporte, finalizar con La mujer de verde consiguió dejarme con la miel en los labios queriendo más. Y es que después de pasear su trabajo por los principales festivales de música independiente de nuestro país, con esta gira se despiden de su público hasta el lanzamiento de su nuevo álbum que verá la luz, dicen, a finales de 2015. Yo, ya estoy impaciente.
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