FERROL360 | Jueves 5 enero 2017 | 12:15
La Federación y la Coordinadora estatal de CCOO en Navantia ha remitido un duro comunicado de prensa analizando la actual situación de la empresa pública tras la sentencia del Tribunal Supremo, que tumbaba el pasado 30 de noviembre el cuarto Convenio Colectivo dándole la razón a los trabajadores.
Con la sentencia en la mano, exigen que el Gobierno de España y la dirección de la SEPI «dejen de mirar para otro lado y asuman sus responsabilidades», relevando «a quienes vienen siendo los culpables directos de la situación actual de Navantia y que tanto daño y destrozos le están causando».
El sindicato explica que los argumentos «claros y rotundos» que ha esgrimido el Alto Tribunal ratifican que todos los convenios anteriores han sido negociados por los sindicatos, que el Comité Intercentros no tenía legitimidad para negociar el marco laboral porque «no existía, no está contemplado en el tercer Convenio», y que imperó la «mala fe» de la Dirección de la empresa, sostienen.
Según CCOO, «todavía hay quien niega la mayor», preguntándose si es que «ignoraban el hecho de que el Comité Intercentros no tenía legitimidad para firmar el Convenio» y señalando que «cualquiera un poco ducho en estas materias, sabía que este Convenio era ilegal». Señalan como responsables de dicha ilegalidad a la directora de Organización y RRHH de Navantia, Juana María Fernández, y al máximo representante sindical en la negociación en ese momento, el actual jefe de Personal de la Bahía de Cádiz, José A. Oliva.
Objetivos e intereses personales
«Una vez firmado el Convenio recibieron grandes aplausos, elogios y todo tipo de alabanzas por parte del Comité de Dirección de la Empresa, incluido el propio Presidente», aseguran en el comunicado, añadiendo que «ya fuese mala fe o ignorancia, estas dos personas han sido desautorizadas por una sentencia del Tribunal Supremo y por los hechos, y en consecuencia deben ser destituidas inmediatamente».
Recuerdan que el hecho de que ellos como Federación de CCOO de Industria rechazasen el convenio en julio de 2014 imposibilitaba la firma, puesto que no se llegaba a una mayoría suficiente. A partir de ese momento, según CCOO, Juana María Fernández y José A. Oliva, «desarrollaron toda una oscura trama, maquinando y manipulándolo todo», asegurando que «de ese contubernio nació la ficción grotesca de aferrarse a que no eran los sindicatos sino el Comité Intercentros quien estaba negociando».
Acusan a la directora de RRHH y al Jefe de Personal de Cádiz de intentar conseguir con todo ello, «unos objetivos e intereses personales y compartidos que veían alejarse, entre ellos el ascenso de Oliva a la Jefatura de Personal de la Bahía», un cargo que finalmente ostenta, asegurando desde el sindicato que la «felonía, corrupción e indecencia» son las «señas de identidad de los dos sujetos ya conocidos, que han ensuciado el buen nombre de Navantia».
«Todo se tejía en la trastienda»
CCOO dice en su comunicado que Oliva ha traicionado «a toda Navantia, y a sus compañeros y amigos presentes en la negociación, aprovechándose de la buena fe de estos y de la confianza que en él tenían depositada», analizando que su actuación junto a Fernández, «provocó el quebranto de la confianza entre las partes social y empresarial, de tal manera que el deterioro de las relaciones laborales será prácticamente irreversible con su presencia».
Asegurando que «todo se tejía en la trastienda», desde el sindicato saben que «no dimitirán porque sus intereses personales estarán por encima de la asunción de responsabilidades» a pesar de que el no dimitir, apuntan, «supondría colocar a su máximo valedor, el Presidente de Navantia, en una situación especialmente delicada».
Para la formación sindical, el presidente de la empresa pública, José Manuel Revuelta, ha estado conforme con todo lo sucedido, puesto que tras las denuncias de CCOO en el Consejo de Administración, «su respuesta siempre fue la misma: apoyo total a los muñidores de este desaguisado, asumiendo el Presidente, en persona, todas las responsabilidades».
Normalizar la situación
«Ahora cuenta con el conocimiento necesario para reflexionar y recuperar la ejemplaridad que se debe exigir a quienes ocupan puestos de máxima responsabilidad», sostienen, recordándole a Revuelta que fue él «quien nombró al señor Oliva Jefe de Personal de la Bahía de Cádiz». «No se puede permitir que la corrupción política enraíce ahora en Navantia y que a la grave crisis por la que atraviesa esta empresa se sume también la crisis de los principios y valores», alegan.
A ojos de CCOO, «urge normalizar las relaciones laborales, sobre la base de la buena fe, el respeto, la confianza legítima y en comportamientos éticos», dicen, añadiendo que tendrán que aplicarse en toda su extención del tercer Convenio Colectivo, «con sus derechos, abonando todo lo que se le debe a los trabajador@s, sin dilaciones ni argucias».
Pero tan necesario como eso, recogen en el comunicado, es «limpiar y eliminar el hedor insoportable que se respira en todos los rincones de Navantia», recuperando una reputación que «sólo será posible con un cambio profundo de la gestión y de su actual equipo de Dirección, especialmente, de su Presidente y la Directora de Organización y RR.HH».
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