SANDRA REGO | Ferrol | Viernes 2 agosto 2013 | 16:07
Super 8 abre sus puertas alrededor de las once de la noche. Esta vez no es un concierto, como es habitual. La sala se llena para ver por segunda vez encima de los escenarios al grupo de danza del vientre tribal fusión, Bulebule Vintage. Cati Barros, Sena Hermida, Clara Goás, Carolina Fidalgo, Raquel Pita y María Quinteiro son seis chicas de edades comprendidas entre los 23 y 33 años que comparten una pasión: el baile. Y así lo demostraron durante toda la actuación.
Para aquellos que aún no hayan tenido el placer de conocer a esta compañía, en la que Cati Barros es profesora a la vez que componente del grupo, se trata de una fusión entre la danza del vientre y distintos tipos de música que acompañan a sus sinuosos movimientos de cadera. Sorprendieron al público desde el primer minuto ya que la vergüenza la habían dejado en casa. Vestidas tan solo con un top y culote negros, la primera parte del espectáculo da comienzo con “… y cosas peores”, un conjunto de bailes en los que el cabaret y el hip-hop van de la mano. Las faldas largas de gasa crean formas con patadas al vuelo, los abanicos ofrecen al público una sensación de encontrarse en el lejano Oriente y la música del famoso striptease de Nueve semanas y media termina detrás de un paraguas. Convierten las ensayadas coreografías en algo fácil, entretenido y sobre todo, sorprendente.
A lo largo de la actuación, Cati y compañía se acercan a los asistentes, incitándoles a moverse al son de la música y a que no paren de aplaudir. Además, los descansos no existen para ellas. En vez de emplear los camerinos o, en este caso, el escaso espacio que queda tras el escenario; vuelven a asombrar al público. Sin que exista un solo silencio entre canción y canción, van cambiando su anterior ropa a un conjunto rojo y negro que utilizan para la siguiente parte del espectáculo: “Paxariño”.
Esta pieza está ambientada en la música folk e irlandesa. El grupo presenta una fusión que hace recordar nuestras raíces de tal forma que lo de fuera se vuelve intrascendente por unos minutos. Para dar punto final a la hora de danza y música, las chicas se dividen entre el escenario y la barra del pub para hacer una escena muy Bar Coyote. Al terminar, no solo familiares y amigos se acercaron a felicitarlas, algunos les preguntaron si daban clases o se podían unir a ellas tras ver que la actuación había salido de lo cotidiano.
Bulebule Vintage, que comenzó el pasado octubre como grupo y ensaya cada miércoles en su propio bajo, volverán a actuar muy pronto. El próximo 17 de agosto, la fiesta de los Irmandiños de Moeche acogerá una actuación de fusión gallega protagonizada por estas seis jóvenes. Será el deleite de muchos que disfrutan cada año de la música y del asalto al castillo ancestral en una de las noches más mágicas del verano.
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