MARTA CORRAL | Ferrol | Martes 5 enero 2015 | 11:45
El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, y la edila de Urbanismo, María Fernández Lemos, mantuvieron este lunes una reunión con la presidenta de la asociación de vecinos de Ferrol Vello, Maite Fernández, para explicar el motivo de las medidas de seguridad tomadas en el barrio y pedir la colaboración vecinal para que se respeten hasta nuevo aviso.
El pasado 29 de diciembre el área de Urbanismo del Concello decidía precintar parte de las calles Benito Vicetto, Merced y Carmen Curuxeiras, donde se ubican hasta nueve inmuebles en estado ruinoso, ante la inminente llegada de una nueva alerta por fuertes vientos, prohibiendo el acceso a vecinos y vehículos para evitar daños por desprendimiento de cascotes.
La medida, lejos de ser tomada por los vecinos como un mal necesario, provocó innumerables quejas haciendo que algunos de los habitantes del barrio pasasen a la acción y retirasen ellos mismos las vallas en varias ocasiones, provocando que la Policía Local tuviese que desplazarse hasta allí para volver a colocarlas.
Fernández Lemos admitía después de la reunión, ante los medios de comunicación, que es posible que a los vecinos, por lo urgente de la medida, no se les hubiese avisado con la suficiente antelación, aunque aclaró que el expediente técnico que aconsejaba el precinto es de este mes de diciembre, anterior a las datas festivas.
La concejala pidió «comprensión» a los vecinos, asegurando que el cierre de los tramos no es «una medida de presión» para que los propietarios de las casas ruinosas acometan las obras pertinentes: «Es un problema de seguridad», aclaró.
Por ello, a Fernández Lemos le parece una «irresponsabilidad por parte de los vecinos» que se hayan retirado vallas «varias veces», puesto que, de pasar algo, la responsabilidad sería del Concello cuando, en este caso, se habían tomado las medidas necesarias.
Riesgo de desprendimientos
«El informe técnico fue muy claro y la alerta naranja nos obligó a tomar la medida con urgencia», reiteró la responsable de Urbanismo, recordando que sólo en un día los Bomberos tuvieron que realizar hasta 14 salidas por desprendimiento de cascotes debido al temporal de viento.
El compromiso del Concello es agilizar los trámites de las órdenes de ejecución en los números 26, 28, 30, 32 y 36, 38 y 40 de la calle Carmen Curuxeiras, y los números 24 y 26 de la calle Benito Vicetto, hablando asimismo con los propietarios, todos ellos particulares, que están localizados y ya recibieron sus correspondientes notificaciones, instándolos a acometer obras para retirar los elementos que puedan precipitarse al exterior, como partes de la fachada, vigas o cubiertas.
«Los responsables de mantener el edificio son los propietarios», manifestó Fernández Lemos, explicando que de no realizar las obras precisas, el Concello les impondrá una multa y procederá a hacer los trabajos de manera subsidiaria, repercutiéndoles después su coste a los titulares de la propiedad.
Pasarela para peatones y tregua vecinal
Desde este lunes, la calle Merced cuenta con un paso para los peatones, tal y como se les había adelantado a los vecinos en la reunión, para evitar que tengan que dar más rodeos para desplazarse, pero siempre garantizando la seguridad. Además, Fernández Lemos aclaró que, en caso de urgencia, tanto Bomberos como ambulancias, no tendrían problemas para acceder a las casas que se encuentran en las zonas valladas.
Precisamente, este es uno de los motivos esgrimidos por los vecinos que están en desacuerdo con las medidas: «Si necesitamos ambulancia o Bomberos no podrían entrar», relata una de las vecinas, añadiendo que «incluso, con el viento que hace, las vallas son un peligro».
El vecindario se reunía este lunes para conocer el contenido de la reunión de Maite Fernández con los responsables municipales, decidiendo «dejar las vallas hasta el lunes o martes que vendrá el alcalde y un técnico, según ellos, a explicar la situación a los vecinos», comenta la joven inquilina.
Aún así, advierte: «Nosotros pediremos lo que consideramos y, si no, seguiremos sacando las vallas o otro tipo de acciones. No nos vamos a quedar con los brazos cruzados, porque ya nos dijeron que las vallas estarían un año. Eso quiere decir que estarán más, seguramente, y con el temporal o como nos dicen, que una de las casas se puede derrumbar, esas vallas no nos protegen de nada», concluye.

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