RAÚL SALGADO | Ferrol | Miércoles 10 julio 2019 | 19:25
En ausencia del más mínimo argumento para esgrimir ante la opinión pública, la Real Federación Española de Fútbol ha dado carpetazo este miércoles a cualquier atisbo de coherencia en el reparto de grupos de Segunda División B. Como de costumbre, con el silencio que suele mediar en las decisiones del ente federativo.
No consta justificación sobre el delirio al que somete este año al grupo primero, quién sabe si inicio de una transformación paulatina no menos incongruente, pero tampoco una oposición suficientemente notoria. La realidad cae por su propio peso: Galicia y Asturias, a un lado de la balanza; las lejanas Baleares, Melilla y Canarias, en el que decanta la batalla.
Así son las cosas y así quedan firmadas para el retorno del Racing a la categoría de bronce. Los verdes se medirán con Pontevedra, Celta B y Coruxo como compañeros gallegos de singladura y se reencuentran con los asturianos, que en esta ocasión serán los filiales de Oviedo y Sporting, el Langreo y el Marino de Luanco.
Reparto
Hasta ahí la cercanía en el mapa por la que solían guiarse los dibujos de la Segunda B. Habrá compensación económica para trayectos insulares y norteafricanos en una división que es profesional para pocas cosas salvo para aquellas que conviene. Por lo pronto, se convierte en una agencia de viajes en la 2019-2020.
La bolsa de madrileños es potente y anidan en ella los segundos equipos de Getafe, Atlético y Real Madrid. La comunidad capitalina también aporta a Rayo Majadahonda, San Sebastián de los Reyes, Internacional y Las Rozas, demostrando la omnipresencia de todo aquello que se cocine en el centro del Reino, dotado de un notable granero futbolístico.
La cuota exótica la proporcionan los novísimos del grupo. Son los baleares Ibiza, Peña Deportiva y Atlético Baleares, además de la Unión Deportiva Melilla y el filial del Las Palmas. Mientras tanto, vecinos gallegos, los de Castilla y León, se van al grupo segundo con Euskadi, La Rioja y Navarra. Viaje con nosotros… si quiere alucinar.
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