MARTA CORRAL | Ferrol | Lunes 11 junio 2014 | 13:00
La Asociación Mutualista de la Ingeniería Civil (AMIC), a la que pertenece un gran número de ingenieros navales de la antigua Bazán y sus viudas, celebrará el próximo 30 de junio una asamblea general ordinaria en su sede de Madrid, en la que se someterá a votación la «transformación de las rentas de viudedad, jubilación, orfandad e incapacidad de diversos Convenios Colectivos, mediante su compra por un capital».
Uno de los colectivos que podría ver modificada su pensión es el de la «Empresa Nacional Bazán de Construcciones Navales», conformado por personas previsiblemente de edad avanzada o, en muchos casos, por sus viudas, que han sido informados y convocados a la reunión a través de un burofax enviado a finales del mes de mayo.
Acompañando la convocatoria, la AMIC adjuntaba una liquidación individualizada de la cuantía de la pensión. Así, personas que estaban percibiendo unos 300 euros mensuales, recibirían alrededor de 12.000 euros en tres pagos (dos de 300 euros y uno de 11.400 euros) y no volverían a cobrar su pensión mensual, una propuesta que ha cogido por sorpresa a los propios mutualistas y a sus familias.
Para intentar hacer un frente común y defender la continuidad de las pensiones, ha surgido en Ferrol el movimiento de Afectados AMIC Pérdida de Pensiones, un colectivo de mutualistas que ven cómo su pensión – la misma por la que han cotizado en su vida laboral-, podría esfumarse en pro de la «viabilidad futura» de la mutualidad.
Desde el colectivo alertan de la «sospechosa» manera de proceder de la mutua. Para ellos, tanto la vía de notificación como la fórmula de votación no responde al perfil de los mutualistas, que en muchos de los casos son personas mayores que podrían no estar al corriente de lo puede suceder con sus pensiones: «Hay algunas personas que incluso han roto el burofax sin saber lo que era».
Las votaciones sólo podrán realizarse de dos maneras. Por un lado, asistiendo presencialmente a la asamblea del 30 de junio en el madrileño Paseo de la Castellana y, como segunda opción, está delegar el voto en otro mutualista, aunque cada socio sólo podrá acaparar otros tres votos más.
Es decir, desde AMIC pretenden que mutualistas de avanzada edad y dispersos por todo el territorio español (también afecta a Ingenieros Industriales de Asturias, León y Valencia; a Ingenieros Técnicos Mineros de Cataluña, Baleares, y Cartagena; y a Ingenieros Técnicos Industriales de Sevilla y Bilbao, entre otros), acudan a una asamblea decisiva a Madrid, informándoles a través de un certificado postal, sin realizarles una llamada ni facilitar la posibilidad de votar por correo.
«Muchos de los afectados necesitan la pensión para vivir, para pagarse una residencia, por ejemplo; o para ayudar a sus hijos y nietos que están en el paro» nos cuentan los hijos de algunos de los afectados, que insisten en la vulnerabilidad del colectivo que vería cómo menguan sus ingresos de manera drástica: «Si mi padre cobra una cantidad tan alta de una sola vez, Hacienda se va a quedar con buena parte de la liquidación».
Los afectados desconocen los baremos que la AMIC ha usado para calcular la liquidación de cada pensión: «Pensamos que puede ser un dato de esperanza de vida; pero nadie nos ha facilitado esa información».
«Queremos que todos los mutualistas se enteren de lo que está pasando, porque estamos seguros de que no todos lo saben y no habrá vuelta atrás si sale adelante la votación» advierten desde el movimiento, que busca más apoyos con el objetivo de asesorarse jurídicamente como colectivo y analizar la legalidad de todo el proceso.
A través del correo electrónico colectivo.amicpensiones@yahoo.com o de este blog, cualquier persona puede ponerse en contacto con ellos y recibir toda la información al respecto.
Alegaciones de AMIC
La Asociación Mutualista explica en el mismo burofax en el que incluye la convocatoria que «como consecuencia y en el marco del expediente de medidas de control especial y de solvencia futura iniciado por resolución de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones de 11 de marzo de 2014, AMIC se ha visto obligada a presentar al órgano supervisor un Plan de Recuperación Financiera».
En dicho Plan, la Mutualidad llega a la conclusión de que «precisa una operación de reestructuración», por ello vende «determinados activos» con el objetivo de «poder afrontar la compra de un pasivo de seguros que supone una merma del patrimonio de la entidad».
La causa de ese deterioro del patrimonio de la entidad es «la existencia de un pasivo de seguros con flujos de pago descubiertos», así que una de las medidas a tomar es la compra de ese pasivo no cubierto por rentas de viudedad, jubilación, incapacidad u orfandad.
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