M. CORRAL | Ferrol | Lunes 2 abril 2018 | 21:53
Desde 1956 no hay Sábado Santo que la Cofradía de las Angustias no ponga las flores de sus tronos a disposición del Santo Hospital de Caridad. Las reparten entre las personas que se acercan a su Santuario e introducen su donativo en la arqueta. Este año la recaudación llegó a los 4.421,70 euros.
El presidente de la cofradía, José Ramón Cancelo, ha querido agradecer los donativos y la ayuda de los cofrades, «para mantener intacta esta tradición». Desde las nueve de la mañana hasta las ocho de la tarde, momento en el que salió la procesión de la Caridad y el Silencio plantándole cara a la lluvia, se recogieron las limosnas.
Aunque originariamente se depositaba la arqueta en el Hospital de Caridad, una vez que desapareció como tal, la icónica ceremonia del cofrade golpeando con el martillo la puerta en nombre de la Virgen de las Angustias «que viene a ejercer la caridad», se hacía en la concatedral de San Julián.
Desde 2017, en cambio, se realiza a la inversa. «Surgieron algunos problemillas en San Julián. Que si hay que separar los bancos, que si teníamos que ir rápido para que no coincidiese con los Oficios…», explica Cancelo.
Así, la Virgen de las Angustias, vestida con el traje tradicional gallego y su riguroso luto de Sábado Santo, esperó en su templo a la llamada del hermano mayor del Santo Hospital de Caridad, Alberto Lens.
Durante el 2017, el refugio que mantiene la institución al lado del Hospital Juan Cardona, sirvió cenas y desayunos a 668 personas y facilitóla estancia de un total de 10.315.
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