REBECA COLLADO | Ferrol | Viernes 15 septiembre 2017 | 11:40
No sabemos si Donald Trump se embarcaría en la misión de hacer que Ferrol vuelva a ser grande, pero la asociación Xeración está convencida de que este reto es posible. Así llega a la ciudad el movimiento Retake, que busca «concienciar a la gente de que la ciudad es nuestra casa y tenemos que cuidarla», explica Fran Sequeiro, coordinador de proyectos de Xeración.
De esta forma, los voluntarios de la entidad y todas las personas interesadas en aportar su granito de arena para que Ferrol mole más realizarán «recorridos por la ciudad para ir mejorándola en muchos sentidos», comenta Fran. Habrá limpieza de basura, plantación de árboles, limpieza de graffitis y muchas más propuestas, con el objetivo de mimar un poco nuestro entorno.
La primera actividad de esta iniciativa lleva por nombre ‘Make Ferrol great again’ y consistirá en recoger basura por la línea de la costa este sábado. Participarán unos 15 o 20 voluntarios y se pueden sumar todas todas las personas interesadas. ¿Cómo? Muy sencillo, solo hay que acudir este sábado, a las 12.00 horas, a la Casa da Mocidade de Narón.
Desde Xeración proporcionarán a los participantes todos los materiales y realizarán una ruta circular de unas dos horas. Fran señala que los participantes «no tienen que traer nada, solo ganas y energía». Al finalizar la ruta habrá unos pinchos en la Casa da Mocidade para compartir impresiones y organizar la siguiente actividad.
El coordinador de proyectos de Xeración avanza que las siguientes propuestas serán «limpieza de graffitis, plantación de árboles para hacer más verde la ciudad y si la gente se anima habrá muchas más». Y es que desde la entidad nos animan a cambiar lo que no nos gusta de la ciudad y proponer acciones que puedan mejorarla.
Teoría de las ventanas rotas
Fran Sequeiro explica que el movimiento Retake, de reconquista de la ciudad, nació hace unos siete u ocho años en Roma siguiendo la teoría de las ventanas rotas de James Wilson y George Kelling. Esta teoría dice que «si en un edificio aparece una ventana rota, y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los vándalos».
El motivo es muy claro, «la ventana rota envía un mensaje: aquí no hay nadie que cuide de esto». Así que «inspirados por ese movimiento lo quisimos traer para aquí y con el apoyo de la Xunta de Galicia lo vamos a desenvolver a lo largo de este mes y los meses siguientes», indica Fran.
Se trata de cuidar los pequeños detalles, que quizá no supongan un gran cambio, pero «omo mínimo dejarán las calles más bonitas», concluye.
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