REBECA COLLADO | Ferrol | Miércoles 4 enero 2017 | 13:38
Vaya chute de positivismo que nos damos cada vez que hablamos con emprendedores de nuestra comarca que muestran pasión, ilusión y entusiasmo a raudales por su trabajo. Es el caso de Lorena Pérez Núñez, propietaria de la tienda de moda infantil y complementos Había una vez… Una enamorada de su trabajo, con una energía contagiosa y un talento extraordinario.
No tiene miedo a reconocer que tuvo dificultades en los inicios, porque nadie de su entorno había montado un negocio y desconocía por completo el mundo empresarial. Pero ella estaba convencida de que ese era su camino y que con tesón y dedicación nada se le iba a resistir. Dos años y medio después, tiene su propia marca y, si todo sale según lo previsto, lanzará una colección completa en la próxima temporada primavera-verano.
Lorena explica que lleva en el sector del comercio desde los 16 años y estuvo en diferentes tiendas, pero «siempre supe que quería montar mi propio negocio, porque es mi pasión». Al hablar con ella de su tienda y de su marca queda claro que lo suyo es vocacional y asegura que es una privilegiada porque «tengo la suerte de trabajar en lo que me gusta y de que mi hobbie sea mi sueño».
El tener su propio negocio le permite disfrutar de todas las facetas del mismo, desde preparar un escaparate, atender a los clientes, mimar hasta el mínimo detalle de la tienda, crear su propia colección, elegir los productos, etc. «Te permite desarrollar todo lo que llevas dentro» porque «cuando algo te gusta, te nace», dice Lorena.
Productos y servicios
Lorena dispone en su tienda Había una vez… de ropa de niño y niña de cero a 14 años, así como prendas y complementos de bautizo; también cuenta con los servicios de confección a mano y personalizada, creación de cestas para canastilla y diseño de habitaciones, entre otros.
«El producto estrella es la confección a mano y personalizada», nos dice Lorena, porque las mamás y los papás están un poco cansados de que sus peques vayan iguales que los demás. Y es que «llegan a un parque de bolas y todos los niños van igual», explica la propietaria de la tienda, que también está involucrada en el diseño de cada una de las prendas que se hacen a mano.
Ella atiende a los deseos de los clientes y después idea las prendas y complementos. Desde petitos para recién nacidos, pasando por sacos y bolsas personalizadas al detalle, hasta cestas regalo para canastilla. «Preparamos todo tipo de canastillas, llenas de complementos, accesorios y moda totalmente al gusto», indica Lorena.
Además, la presentación también se puede elegir porque «puede ser en una cesta de mimbre o en cajas forradas estilo vintage» y ofrece la posibilidad de entregar el regalito donde el cliente quiera, «hacemos envíos al hospital o a donde el cliente nos indique», explica. Y es que es «importante adaptarse a las necesidades de las personas que vienen a la tienda y ofrecer un servicio lo más completo posible», afirma la propietaria del comercio.
La tienda también está especializada en bautizo y cuenta con una amplia colección tanto para niño como para niña con toda la ropa y complementos necesarios para ese día. La idea es que puedan salir del comercio con todo lo que precisan para esa fecha tan especial y no tengan que comprar una cosa en cada sitio.
Marca propia y diseño
Lorena tiene una marca propia patentada y está trabajando en su propia colección de canastilla y de niño y niña. Ya tiene algunas prendas y complementos con el logo de Había una vez…, pero su intención es sacar adelante, si todo sale según lo previsto, una colección completa en la próxima temporada primavera verano.
Precisamente en esa inquietud por crear cosas y ofrecer un servicio lo más completo posible, esta emprendedora también diseña las habitaciones de lo peques. Desde la funda nórdica, los estores y los cojines y un largo etcétera.
Pero no se queda ahí, también se lanza de lleno a diseñar vestidos para las adolescentes de entre 12 y 14 años que no encuentran su estilo ni en las tiendas de chicas, ni en las de niñas. Para ellas idea y confecciona vestidos para bodas y para eventos especiales.
Por otra parte, durante estos días, para echar una mano a los Reyes Magos de Oriente, la propietaria de la tienda tiene vigente una promoción especial con descuentos del 20 y 30 %. Un adelanto de las Rebajas, que eso sí, no incluye artículos realizados a mano, ni las prendas y complementos de bautizo.
Un sueño hecho realidad
Lorena desprende una emoción por su trabajo envidiable y que se hace patente en el primer minuto que hablas con ella de su empresa. «En un momento dado se dieron las circunstancias propicias y me lancé a hacer mi sueño realidad», dice.
El nombre de la tienda y el logo -un castillo- están muy vinculados a ese anhelo. «Todas las historias empiezan así: Había una vez… y en mi caso, en mi cuento, fue el sueño de montar una tienda, por eso le puse Había una vez… un sueño realidad», explica la propietaria del comercio.
El balance desde que abrió las puertas de su negocio es «positivo», a lo que añade «dentro de los tiempos que corren». Asegura que «poner sentimiento y pasión hace que todo vaya rodado» y aunque considera que aún se está dando a conocer, lo cierto es que ya cuenta con una clientela fija y que no sólo es de Ferrol, sino que también tiene clientes de Cedeira, Monfero y A Coruña.
Había una vez… se encuentra en la carretera de Castilla 229, una zona perfecta en opinión de Lorena que está contentísima con la ubicación de su negocio. «Siempre hay gente paseando y desde que empecé han abierto varias decenas de negocios por la zona, lo que la hace muy atractiva», apunta la propietaria de la tienda.
Esta emprendedora tiene una chica empleada durante unas horas, lo que le permite conciliar su vida laboral y familiar. «Para mi la conciliación es clave», afirma y comenta que en el futuro espera seguir creciendo.
Para poder crecer es vital formarse, apunta Lorena. Por eso, recientemente ha participado en cursos de escaparatismo, personal shopper y gestión de equipos. Precisamente, pensando en su formación, se inscribió en la Asociación de Jóvenes Empresarios de Ferrolterra, que le da la oportunidad de participar en cursos y de conocer a emprendedores, compartir consejos y experiencias.
«Aunque tengo mucha experiencia como dependienta, como empresaria me surgieron muchas dudas y necesitaba rodearme de gente en mi misma situación», explica Lorena. Destaca que tanto los cursos como los networking «te enriquecen personal y profesionalmente, porque conoces gente interesante de la que puedes aprender».
No nos cabe ninguna duda de que esta emprendedora nata utilizará todos los medios a su alcance para mejorar y crecer cada día en su empresa. Como dijo una vez Steve Jobs: «la única manera de hacer un trabajo genial es amar lo que haces» y eso Lorena lo tiene de serie.
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