REBECA COLLADO | Ferrol | Viernes 16 diciembre 2016 | 11:10
Quién pudiera volver a ser niño, aunque solo fuera por un día, para disfrutar de todas las actividades molonas que hay programadas para ellos. Antes, cuando llegaban las vacaciones de Navidad nos quedábamos en casa, bajábamos a la calle a jugar y lo pasábamos en grande, claro. Pero ahora tienen un mundo de posibilidades de lo más divertido.
En Espacio Vivo han preparado unos campamentos muy especiales, inspirados en la cultura japonesa, para que los peques se diviertan y aprendan durante las vacaciones. Harán talleres de caretas samurai, danza y teatro japonés, manga y anime, samurai minecraft, diseño 3D, iniciación al sushi, caligrafía japonesa y creación de un videojuego de Songoku en scratch, entre otros.
Además, cada grupo realizará el reto de moda: un Manequin Challenge. Y es que los talleres se dividirán en tres grupos de edades para facilitar el aprendizaje y también la diversión. El grupo de los peques es de 3 a 6 años, el de los medianos de 7 a 12 y el de los mayores de 12 a 16 años. Los dos primeros realizarán sus actividades en el centro cívico de Ferrol Vello – Paseo da Mariña, R/Curro 1º- y el último en Espacio Vivo -R/Terra nº 14-. Paseo da Mariña, R/Curro 1º) y para los de 12 a 16 en Espacio Vivo -R/Terra nº 14-.
Todos las actividades programadas en los campamentos son de temática japonesa y tratan de ser un acercamiento a la cultura nipona, de la que al fin y al cabo estamos rodeados en nuestro día a día, y los peques aún más con los dibujos y los videojuegos. Cada día hay dos talleres distintos, con una pausa entre ellos, y pocos se repiten a lo largo del campamento. Así que la variedad está asegurada.
Los campamentos empezarán el día 22 de diciembre y finalizarán el próximo 5 de enero. Los niños pueden asistir un único día o tantos como gusten. Serán en horario de mañana de 10:00 a 14:00 horas, aunque también se facilita el servicio de madrugadores para los padres que lo necesiten, a partir de las 09:00 horas.
Para los más peques
David Durán, uno de los profesores de los talleres, explica que «para los más pequeños es importante cambiar mucho las dinámicas porque si no se aburren». Así que para ellos han organizado once actividades diferentes con las que lo pasarán en grande al tiempo que adquieren nuevos conocimientos.
Harán talleres de origami; también de kerasangui, que es un jardín zen hecho con cajas de cartón recicladas, arena, un rastrillo y pequeños mandalas; kamishibai, que es un cuentacuentos japonés en el que los niños crean entre todos la historia; fukuwarai, que es la cara de la risa hecha con fieltro; bolos de sumo; taller de caretas samurai, caza pokémon; danza y teatro japonés, entre otros muchos.
Para los medianos
El grupo de niños de 7 a 12 años hará una toma de contacto un poco más profunda con la cultura japonesa. En este grupo ya se introduce la tecnología con los talleres de samurai minecraft, en los que crearán sus propios personajes y entorno; las ranas ninja, que son robots hechos con lego o diseño 3D.
Para los más creativos hay un taller de iniciación al manga, donde diseñarán su propio personaje y conocerán los diferentes estilos y proporciones de los dibujos que componen el cómic manga; también se adentrarán en el anime, que es la animación de ese manga. En este taller aprenderán a dar movimiento al personaje que han creado.
Además, tendrán un taller de iniciación al sushi, otro muy divertido de humor amarillo con pruebas graciosas y para los más artísticos están los de sombras japonesas y caligrafía para aprender a dibujar algunas palabras con tinta y pinceles tradicionales.
Para los preadolescentes
Para los mayores tienen preparados talleres más complejos, que requieren en algunos casos más continuidad porque se prolongan durante varios días. Es el caso de los talleres de creación de un videojuego de Songoku en scratch y de anime y manga. En el primero harán su propio videojuego y en el segundo aprenderán a plantear un comic y dibujarán viñetas en las que contarán su historia.
También tendrá talleres de diseño en 3D y de minecraft más elaborados, así como uno de robótica arduino, que es más complejo que el Lego Wedo porque implica construir un robot desde cero a partir de un pequeño ordenador. La iniciación al sushi no puede faltar, al igual que la caligrafía japonesa. Además, tendrá la posibilidad de acercarse al sushigo, que es un juego en el que realizarán sus propias cartas y aprenderán a jugar con ellas.
Patricia Filgueira, de Espacio Vivo, explica que en el equipo que trabaja en la organización de las actividades hay educadores sociales, un psicólogo y profesionales de la tecnología, que siempre buscan proponer acciones diferentes que entretegan al tiempo que educan.
«A todos nos gustó la idea de hacer este campamento sobre la cultura japonesa porque teníamos claro que queríamos que fuera diferente», dice Patricia. Así que siguiendo un poco las actividades base que llevan a cabo desde Espacio Vivo con componentes tecnológicos, artísticos, de divertimento y aprendizaje les dieron un toque nipón para esta ocasión.
Después de una lluvia de ideas para proponer las diversas actividades de las que se compondrían los campamentos, llegó la hora de planificarlas y enfocarlas según los diferentes grupos de edades porque «es importante tener en cuenta la edad de los niños y respetar su ritmo de aprendizaje», remarca Patricia.
Inscripciones
Las inscripciones está abiertas y pueden formalizarse hasta mediados de la próxima semana, teniendo en cuenta que los campamentos comenzarán el día 22 de diciembre. Desde Espacio Vivo indican que los niños pueden ir días sueltos, elegir un bono de cinco días o el campamento completo.
Los interesados en apuntarse deben cubrir una ficha de inscripción en el centro, en horario de 10:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas, o por correo electrónico a vivo@espaciovivo.gal. También se puede echar mano del whatsapp, ¡qué haríamos sin él1, y escribir al 608065276.
Además, los socios de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Ferrolterra -AJE- tendrán un descuento en la contratación de los campamentos. Una forma de «tratar de establecer sinergias entre todos» y que es uno de los puntos fuertes de la entidad, asegura Patricia.
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