MARTA CORRAL | Ferrol | Jueves 22 octubre 2015 | 8:28
Los sindicatos CIG, UGT y CCOO criticaban este miércoles la actitud de la Xunta de Galicia a través de la Dirección Xeral de Mobilidade, por no dar respuesta a las reestructuraciones de líneas que algunas de las empresas de transporte de viajeros han puesto sobre la mesa de la Administración regional hace más de dos años, por rebajar las tarifas del transporte escolar y no dar solución a la problemática que se ha venido detectando en las tarjetas metropolitanas tanto en área de influencia de Ferrol como de A Coruña -en otros lugares como Vigo también existía, pero según los sindicatos se solucionó de cara a los pasados comicios locales-.
Así lo ha manifestado el responsable de la Confederación, Xesús Pastoriza, acompañado por Martín Martínez de UGT y por los responsables de CCOO, Avelina Riveira y Gregorio Bermejo, que analizaron los tres frentes abiertos sin descartar movilizaciones e incluso una huelga dentro del sector si la Xunta sigue dando «a calada por resposta».
«A Xunta está botando a perder o transporte de viaxeiros pola súa pasividade», manifestó Pastoriza, adelantando que «aínda non está definido» el plan de movilizaciones, pero advirtiendo que la maquinaria de asambleas para fijar un calendario podría activarse si en «15 ou 20 días» no obtienen respuesta de la Dirección Xeral. Podrían incluso llegar a convocar un parón que, si bien se centraría en los transportes de Ferrol y A Coruña, afectaría también a destinos como Lugo, Ribeira o Santiago de Compostela.
«Que a Xunta se sente a negociar e redimensionar un novo Plan Metropolitano que contemple todo, garantindo o interese público, o emprego e a viabilidade empresarial», reclamaba Riveira.
Fallos en las tarjetas
Los sindicatos aseguran que se registran una media de 40 protestas de diarias de los usuarios de la tarjeta de transporte metropolitano. Protestas que en la mayor parte de los casos recalan en los trabajadores que están de cara al público, cuando insisten en que se trata de un fallo de fabricación que es responsabilidad de la Xunta y de las empresas concesionarias.
En este sentido, Gregorio Bermejo explicó que la Administración contó para la gestión con una entidad financiera, mientras esta, a su vez, subcontrató parte del servicio a otra empresa: «A calidade da tarxeta é malísima. Esiximos que a Xunta tome cartas dunha vez con medidas drásticas», dijo.
Asegura que tanto los usuarios de transporte público como los trabajadores de las empresas son «os últimos eslabóns da cadea» y los perjudicados, por lo que anima a las personas que hagan uso de la tarjeta a que no realicen sus protestas ante los trabajadores sino formalmente en la oficina del consumimdor.
Rebaja en el transporte escolar
Asegurando que a la Xunta «le resbalan» estas problemáticas y denunciando su «pasividad», Martín Martínez criticó, asimismo, la bajada de tarifas que el gobierno regional ha marcado en el transporte escolar.
Destacó que las empresas, al ver rebajada considerablemente su previsión de ingresos, elevan la problemática a los trabajadores, que están teniendo problemas para cobrar las nóminas e inmersos, en muchos casos, en contratos precarios.
Reestructuraciones en las líneas
Pastoriza señaló que algunas de las empresas siguen esperando a que la Dirección les dé luz verde para llevar a cabo su propuesta de reestructuración de líneas. Así, por ejemplo, Tranvías de Ferrol lleva según el sindicalista tres años esperando y Arriva un año y medio, sin que el organismo conteste a favor o en contra de la propuesta, que en el primero de los casos pasa por ampliar con buses circulares el servicio en A Gándara y llegar al Hospital Naval, una de las grandes demandas vecinales.
«Iso significa máis emprego e mellor servizo para os viaxeiros», insistió, achacando el silencio administrativo a «decisións partidistas e políticas» y recordando que a la empresa Monbus sí se le aceptó una reestructuración que supuso la pérdida del 50 % de sus servicios.
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