FERROL360 | Miércoles 27 septiembre 2023 | 21:15
El Concello de Mugardos ha instado este miércoles al Arzobispado de Santiago de Compostela a «adoptar medidas de seguridade» en la vivienda natal del pintor Bello Piñeiro y en la antigua escuela de Franza, propiedad de la Iglesia. El edil de Urbanismo y Réxime Interior, Xosé Miguel Mahía, ha alertado de su «abandono e falta de mantemento».
«Iniciamos o procedemento contra o Arcebispado para que asuma as súas obrigas como titular de ambos bens inmobles», ha subrayado el concejal. En un comunicado, ha destacado que la antigua escuela sufre un «gran deterioro» generalizado, con sus «peches en estado de abandono» por la abundante maleza y un punto incontrolado de vertido de restos de neumáticos o madera.
En particular, ha incidido en el hundimiento del tejado, del que ya apenas queda la mitad y con su estructura de madera y los restos del falso techo a la vista. Hay, además, «outros buracos importantes na zona que ocupaban a aula de nenos e o vestíbulo». Sobre la casa de Bello Piñeiro, ha advertido de la falta de mantenimiento de la parcela, en la que también reina la maleza.
Según Mahía, el tejado está hundido en su zona nordeste por colapso de la estructura. A falta de una visita al interior, ha estimado que la escalera, los tabiques o sus instalaciones «posiblemente estean moi danados», mientras que la carpintería exterior, las ventanas y las puertas también presentan un «estado deficiente de conservación».
Además, ha descartado que el Concello quiera asumir el uso de la vivienda, como contemplaba un protocolo del año 2019 con el Arzobispado. El concejal ha sido tajante: «Non imos destinar os impostos dos nosos veciños en rehabilitar propiedades que non sexan para o Concello». Y es que el acuerdo sugería que asumiese la reforma y puesta en valor, pero tras la cesión volvería a manos de la Iglesia.
El incumplimiento de exigencias del consistorio en este ámbito en los plazos estipulados prevé multas coercitivas de entre 1.000 y 10.000 euros. Mahía ha aseverado que el Arzobispado «ten a obriga e o deber legal» de mantener estos «edificios catalogados e dende Urbanismo imos obrigar ao cumprimento da normativa sexa quen sexa o titular dos inmobles».
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