RAÚL SALGADO / MERO BARRAL | Ferrol | Sábado 3 noviembre 2018 | 22:10
Vale, había ganas de fiesta. Era uno de esos partidos marcados en rojo cada año. Para añadir condimento al plato, se encendió la luz en A Malata. Años después de la apertura del viejo pabellón. En realidad, estrenó a horas de la llegada de Movistar Inter un nuevo sistema de iluminación que parece ayudar a que asome la calma.
A que competir en este recinto sea algo más cómodo. Al prenderse los focos, aplauso del público. Era requisito para que el martes se pueda transmitir el duelo ante el Barça. El galáctico capitalino recalaba este mismo sábado en la ciudad y no se encontró con el mismo O Parrulo que un curso atrás.
Sonreía Rubi Lemos cuando los árbitros iban a decretar el arranque. La grada estaba llena casi media hora antes del partido. La tarea para encontrar plaza de aparcamiento iba disfrazada de cazador en días de sustos y miedo.
Volvió Diego Núñez. Fue uno de los líderes, como un Chano que se ha revestido de jefe en la sombra… y bajo los mismos focos de A Malata. Para empezar, toda la energía imaginable de Movistar Inter y la efectividad esperable en Illi.
Y el guion absoluto de un O Parrulo capaz de templar, de condicionar y plasmar su espectáculo al máximo de revoluciones. Adri se acercó con discreción al principio y con desequilibrio en el segundo tiempo, al que se llegó con una mínima ventaja de 0-1. Tanto tempranero de Humberto en un 7 que se dejó en el recuerdo bastante pronto.
Sabedores de cuál era la receta, los blancos no escatimaron en su despliegue de virtudes. Arrebataron la batuta a los madrileños, con dominio notorio en el período inicial; ahora bien, sin arrollar en ningún momento.
La velocidad visitante marcó el duelo, también en sus últimos veinte, y sirvió para golpear con dureza al palo cuando O Parrulo más apretó. El arbitraje, en general, no fue enemigo y la hinchada arrastró. Parecía, pese a todo, que se iba a reproducir el filme conocido: el revés afloraría cuando el anfitrión estuviese más amoldado.
Dispuestos a romper con los precedentes ante un gigante que no lo ha tenido sencillo en el debut del campeonato, pusieron en bandeja un correcalles de palomitas y un Illi de película. Faltaba un último enganche y entonces saltaba a la cámara principal Jesulito, cada vez más importante, o un Rubi Lemos de matrícula tras el descanso.
Chano robó la cartera como nunca desde su potencia al contacto y el quinteto naval se desnudó para desvelar el reconstituyente inyectado en sus venas. El sudor podría llenar una botella, pero no se reflejaba a ojos del respetable.
Valentía, aplausos y pelea insistente arroparon al rosario de ocasiones de un O Parrulo de batalla romana. La caldera de grillos de A Malata fue el último impulso para los vaivenes mundiales de Chano, Adri o un Isma abonado a la ausencia de cansancio y a la versatilidad en cualquier papel.
Con Rubi Lemos enfundándose la de portero-jugador, solo un desajuste permitió a Movistar Inter ratificar de qué madera está hecho. Último minuto, la sentencia. Sin premio… dependiendo de cómo se analice. Esta es la luz adecuada, la mejor versión en mucho tiempo.
FICHA TÉCNICA
O PARRULO | Illi, Chano, Rubi Lemos, Adri y Diego Núñez -cinco inicial-; también han jugado Attos, Jesulito, Rober, Rubi López e Isma
MOVISTAR INTER | Jesús Herrero, Humberto, Bebe, Daniel y Solano -cinco inicial-; también han jugado Ortiz, Gadeia, Pola y Borja
GOLES | 0-1, Humberto, minuto 7; 0-2, Bebe, minuto 39
ÁRBITROS | González Moreta y Sánchez Chamorro (Castilla y León), que han amonestado a los locales Rubi Lemos, Illi y Attos y a los visitantes Gadeia, Ortiz y Pola
INCIDENCIAS | A Malata, más de 3.000 espectadores
(Fotos: Mero Barral© – 2018. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.)
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