
RAÚL SALGADO / RAÚL LOMBA | Ferrol | Sábado 1 febrero 2020 | 21:30
Jugadores japoneses en la fila de asientos dispuesta a pie de parqué, un buen ambiente en términos generales ante una cita casi decisiva. Autoridades en la grada y un Pacisa Alcobendas que empezó reivindicando su candidatura al aro. Un triple para despejar la mirada y el Baxi se enchufó a la pugna por deshacer el pegajoso tramo alto de la tabla clasificatoria.
Y se empezó a ver también que en defensa se dilucidaba la batalla. Las madrileñas fiaban su estrategia a la contra y a disparos abiertos, pero Marta Tudanca y Anniina Aijanen inauguraron el reparto de efectividad. La cita se aceleró desde la igualdad suprema y el acierto ya derivó en una incipiente carga de puntos en las rentas particulares.
Con un ajustado 23-21 al primer cuarto, el relato en la pista no se percibía por completo en ese marcador. Precisión en los reflejos en lo deportivo y ovación por lo imprevisto desde el público. Era un encuentro para dejarse llevar. Rápidas las foráneas, que evidenciaron que por algo están ahí arriba encaramadas, se toparon con Tudanca para anular el silencio.

Quería hacer ruido el Baxi, aunque el paso de los minutos le aconsejó vestirse despacio. El dominio de un electrónico de eternas tablas persistió durante todo el partido. Las universitarias supieron salir adelante tras pasajes de complicación y enredo al sumergirse de modo erróneo desde el juego exterior. Retener una mínima ventaja requirió casi de heroica.
El cerrojo bajo tablero fue más resistente con el avance del duelo, lo cual no quiere decir que esa solvencia resultase sencilla. Es más, se afanó en esa vertiente y abandonó temporalmente su faceta atacante. Y no estaba el asunto para desperdiciar segundos. Con el 39-37 igual de poco llevadero del descanso, el desenlace no fue de infarto aunque reuniese los ingredientes.
Ahora bien, el Pacisa Alcobendas empezó a despegarse y tuvo que subir las mangas el anfitrión. Con mono de trabajo, el grupo de un Lino López que estaba de cumpleaños dio el do de pecho para regalarle un triunfo en línea recta a la cima. El exiguo 48-47 del tercer cuarto ratificaba que en un mínimo detalle se desequilibraría la balanza.

El rol de misileras de las de Madrid no se atenuó. Más finas al paralizar al rival y más calculadoras en lo ofensivo, las de A Malata se aferraron a la tarea colectiva. Exprimieron las cualidades de Natalia Rodríguez como complemento a lo ya visto desde el arranque teniendo en cuenta que la suerte ya no sonreía tanto a las contrincantes.
Una luz había encendido al Baxi, que tuvo en Macy Miller o Kapor a otras de sus anotadoras tras el deslumbrante comienzo de más compañeras suyas. El muro era sólido, pero los arreones tuvieron destellos propios de temporal. Como aliño a la salsa de López, las prisas ya no pasaban factura en bando ferrolano, pero el trabajo constante y el esfuerzo no daban rédito.
Algún tiro desafortunadamente no aprovechado brindó a las navales complicación añadida. Con todo por decidir, el torbellino rematador de las entrenadas por Portela no se vino abajo en ningún momento. La reconfiguración del dibujo azul tras el descanso no iba a reportar regalos de aniversario con la rapidez deseada, pero lo coral tenía que servir.

Con Miller de faro y artífice de triples, se apuntalaron los minutos de despedida. Ahí vibró A Malata. El diferencial dejó de ser tan apretado, al menos por fases, y el tesón daba calma aunque no hubiese superioridad notoria. En el fuego lento se fraguó un buen obsequio de cumpleaños, un 71-62 que es una pista expedita hacia la gloria.
Debate sobre el post