RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Lunes 29 septiembre 2014 | 15:42

El alcalde de Ferrol, José Manuel Rey Varela, se dirigió este pasado fin de semana por carta tanto al presidente de Navantia como al titular de la SEPI ante el reciente anuncio de desvío a la bahía de Cádiz de parte de la carga de trabajo vinculada al flotel de Pemex que se construye en la ciudad. Lo hizo al estimar que ambos dirigentes ejercen la «responsabilidad política» sobre el naval público.

Según declaró a preguntas de la prensa en una comparecencia en el Concello, «no es razonable» el traslado de bloques del barco mexicano, atribuyendo a Navantia una «falta de transparencia absoluta». A su juicio, la compañía mantiene una «línea sin rumbo» que deriva en «decisiones organizativas que están perjudicando a muchos centros productivos» de la misma.

Tildó de «impresentable esta decisión» y dijo estar «dispuesto a utilizar todos los medios para revertir esta situación». Rey Varela valoró la actitud de la Xunta de Galicia al respecto, observando que existe una «posición idéntica a la que mantiene el Ayuntamiento de Ferrol».

Puerto Real

En la provincia gaditana ven las cosas de otra forma. La alcaldesa de Puerto Real, Maribel Peinado, ha dicho que «este señor», en referencia al presidente de la Xunta, «parece desconocer que a pesar de la relevancia industrial y la cualificación del personal con que cuenta Puerto Real no dispone en estos momentos de la carga de trabajo de la que sí disfruta la factoría ferrolana».

Según recoge este lunes la prensa local, Peinado argumentó que «ningún representante público de la bahía de Cádiz ha protestado por ello; al contrario, nos alegramos de que los trabajadores tengan faena suficiente para mantener a sus familias». Añadió que esta problemática se mantiene «a pesar de que por historia, capacidad y mano de obra tendría que tener igual o más encargos que el astillero gallego».

La dirigente del Partido Andalucista invitó a Feijoo «a que nos visite y repita su opinión al respecto a los 7.000 desempleados que ahora mismo tiene la ciudad y que disminuirían en gran medida si tuvieran la suerte de los trabajadores de Navantia Ferrol». Tildó su actitud de «impropia de un representante público, dice muy poco de su capacidad de equilibrio territorial».

Por último, aventuró que, en caso de que Galicia fuese la perjudicada, «entonces podremos comprobar si la actitud de Feijoo es la misma».