MARTA CORRAL | Ferrol | Sábado 12 xullo 2014 | 10:20
La pequeña parroquia ferrolana de San Cristóbal, una atalaya privilegiada en la boca de la ría, celebraba este jueves su tradicional romería, cumpliendo así con la devoción hacia su santo patrono.
La imagen del santo, patrono también de todos los conductores y trabajadores de la carretera, procesionó un año más a hombros de los vecinos, por los bellos caminos del lugar.
Antes, como manda la tradición, se celebró una misa solemne en la ermita -más bien, por cuestión de espacio, en su atrio; a los pies del cruceiro que tantas veces ha soportado los envites del tiempo y de los accidentes automovilísticos, hoy ya reconstruido-, que reunió a un buen número de vecinos de la aldea y de su parroquia vecina, San Felipe.
El que fuera fundador del Grupo Scout 19 de Ferrol, Francisco Vázquez Fontenla, no faltó a la cita como viene ocurriendo desde hace casi medio siglo, no en vano, fueron precisamente los scouts los que restauraron la ermita y construyeron la primera pista que unió San Felipe y San Cristóbal, denominada desde entonces Ruta de los Exploradores Ferrolanos.
Otro de los colectivos que no faltaron a la cita fueron los taxistas, que hacen encaje de bolillos para poder aparcar sus vehículos cerca, con el fin de que reciban la venia del santo en forma de agua bendita.
Tras la procesión, los romeros descendieron al campo de juegos, donde tuvo lugar una comida campestre organizada por la asociación vecinal de San Felipe.
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