Texto: MARTA CORRAL Fotos: ALICIA SEOANE | Ferrol | Domingo 12 febrero 2023 | 14:51
Ferrol tendrá un nuevo espacio para el arte el próximo mes de abril. Con la primera luna llena de la primavera abrirá Sarao Studio en la calle Real 61 para ser un faro que guíe a los y las jóvenes artistas de la comarca. Un punto de luz construido por Laura Freire y Néstor da Silva, dos ferrolanos de 25 y 26 años que no solo soñaron con este proyecto, sino que se han puesto manos a la obra para no tener que preguntarse en un futuro qué hubiera pasado con sus vidas de haber tenido su propia galería.
Sentarse con ellos a charlar y tomarse un pincho de tortilla en el Beirut hace que mi admiración crezca. Es imposible para mí no revisitarme y verme con esos 25 años que, en mi caso, fueron locos y poco útiles para los proyectos, teniendo enfrente a una pareja de valientes que han vencido sus temores. «Estas semanas, antes de firmar el contrato, nos vinieron todos los miedos; pero, a la vez, nos preguntamos: ¿qué es lo peor que puede pasar, tener que cumplir un año de alquiler? No es el fin del mundo, y eso contando con no ganar ni un euro, que será difícil que ocurra», reflexiona Néstor.
Aunque todavía haya quien se empeñe en demostrar su ignorancia relacionando la juventud con la temeridad, la insensatez o la falta de profesionalidad, el equipo de Sarao no se ha lanzado a una piscina vacía, sino teniendo a sus espaldas experiencia en gestión de negocios, formación y prudencia. En su caso, se han encontrado con unos dueños razonables que se han prestado a negociar y rebajar el precio del local, algo que les permite poder asumir la reforma y echar a andar.
Tenían claro que el corazón de A Magdalena era su sitio, sobre todo para montar un negocio diferente, poco habitual y único en Ferrol, del que podemos encontrar solo un puñado de referencias en Galicia, como la viguesa Maraca o, ya en Madrid y con otras dimensiones, Tabacalera, la Casa Encendida o el Matadero. Conjugarán en Sarao una galería de arte con venta de obras, un espacio para desarrollar todo tipo de eventos artísticos y formación, y una zona de oficina que conciben como un coworking abierto a profesionales.
«Nuestras familias nos apoyan, nos han animado, pero nuestros amigos también nos han transmitido mucha confianza. Nos dicen que va a salir genial porque nos conocen, saben cómo trabajamos, y porque no hay nada parecido en Ferrol. Así que nos lanzamos para no ser otro grupo de artistas que quiere hacer algo que finalmente se queda en el aire para que después, con los años, si acabas haciendo un curro que no te llena aunque te llene la cartera, te des cuenta de que has abandonado lo que te hacía feliz».
Saben Laura y Néstor que sus veintipocos les obligarán a demostrar que «esto es algo serio» cuando abran Sarao en fechas de Semana Santa, así que se anticipan y advierten: «Es un lugar para el arte y solo para el arte. Que no se confunda la gente, aquí no habrá fiestas. Aquí habrá clásico y contemporáneo, con un toque fresco y cero elitista, pero dedicados a lo que somos: una galería de arte enfocada a lanzar y asesorar a gente joven, un centro cultural y un coworking artístico».
Laura se graduó en Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural en Madrid pero, aun admitiendo que le apasiona la restauración, descubrió que también le tiraba la museografía, el montaje de exposiciones y su diseño: «También me di cuenta de que ser restauradora es algo muy monótono, casi un trabajo de oficina, y estar enfocada a eso me parecía superaburrido, necesitaba ver más mundo». Buscó trabajo en galerías de arte, movió su currículum hasta la extenuación y «nadie me dio una oportunidad, así que pensé en montarlo yo, que sea lo que yo quiera, con mi voz. Que pueda aprender de mis errores».
Se volvió a Ferrol porque «me cansé de Madrid, era terrible vivir allí» y los proyectos en su cabeza se multiplicaron, pero también se dio cuenta de que no era fácil poder llevarlos a cabo, sobre todo viendo que desde lo público tampoco hace nada para abrir espacios a gente joven y facilitar las cosas: «Frustra no poder sacar cosas adelante, así que pensé en hacer los carteles de Si tú también puedes hacer esto y salir yo a pegarlos, sin depender de nadie. Funcionaron, aunque ahora ya me parecen antiquísimos», confiesa Laura, precisando que son del 2021 y demostrando así su inquietud constante y su autoexigencia.
Con varios trabajos de interiorista en su haber, Laura también escribe y en su faceta de redes crea contenido artístico e intimista, a la vez que desarrolla performances que pronto podremos volver a ver por Ferrol. Néstor, por su parte, nos advierte cuando le preguntamos por su carrera: «Es completamente diferente a la de ella, 100 % opuesta, porque no tengo formación académica ni títulos que validen lo que hago». Rodeado de arte desde la infancia, empezó a observar lo artístico desde una óptica «callejera y underground» retratando con su cámara la cultura urbana y los grafitis.
Sin ser muy «consciente», se empezó a dedicar al diseño gráfico y consiguió llevar la calle a marcos más formales. «Después conocí a Laura y me abrió los ojos al arte contemporáneo, que rechazaba por desconocimiento», admite. Tuvo una tienda de restauración de muebles, Mamy Blue, en la que él mismo les daba una nueva vida, e impulsó una cafetería que ahora lleva su madre, Portobelo: «Es un lugar superdiferente y artístico porque se hacen exposiciones, conciertos y mercadillos». Además, Néstor es uno de los fundadores de la productora audiovisual Space Lions Media y tiene su propia marca como diseñador, Crines.
Socios, cómplices y polifacéticos, no podían conformarse con hacer algo estático. Así, la parte de galería de arte pretende «llevar artistas emergentes y asesorarlos también en muchísimas cosas que desconocen: desde cómo pedir becas a ponerle precio a su obra, pasando por cómo llevar redes sociales o hacer contactos. No por ser un artista novato eres menos artista o tienes menos que contar, para nada. Simplemente tienes menos experiencia en el mundillo, menos nombre, pero nosotros queremos ser esa puerta de entrada. Si no hemos tenido esa oportunidad nosotros, queremos dársela a los demás».
El arte estará a la venta, «es importante», reiteran, pero también quieren manejar merchandising y productos relacionados con las obras a precios más asequibles. «Hay mucha gente haciendo arte sin ser consciente, mucha de ella en la calle. Aquí tendrán un hueco para que la gente les dé valor. Muchas veces no valoras algo que ves en un muro, pero sí lo haces si te lo presentan colgado en la pared». En el Sarao como centro cultural entrarán talleres, presentaciones, charlas, debates… «lo que nos propongan y encaje, esta es al parte más abierta. También nos gustaría que vinieran colegios, por ejemplo, a hacer actividades».
Además, la tercera pata servirá también para hacer sostenible el proyecto. Habrá seis puestos de trabajo y ofrecerán cinco mesas para que vengan profesionales a trabajar allí en formato coworking. «Nosotros tendremos aquí nuestros negocios de interiorismo y diseño gráfico, así que buscamos compañeros y compañeras que hagan algo relacionado con el ámbito creativo. Tendrán precios muy asequibles para que una actividad tan solitaria como la creación, sobre todo cuando se hace trabajando en casa, se convierta en algo compartido y que cree colaboraciones».
Desean establecer lazos en todo el barrio, colaborando con las tiendas y los establecimientos de hostelería de la zona «haciendo cartelería, las cartas, el diseño de marca…», ejemplifican, al tiempo que desvelan que su local va a sorprender: «Va a hablar de nosotros y de nuestro trabajo. Va a ser neutro, porque deben ser protagonistas las obras, pero a la vez tendrá nuestra esencia». En este punto, reconocen, a veces tienen ideas distintas, pero acaban poniéndose de acuerdo tras analizar pros y contras: «Se nos hace fácil solucionar estos temas y yo agradezco tener una socia como ella que además es mi pareja y mi compañera de piso», valora Néstor.
Dentro de ese no renunciar a su esencia, ambos tienen claro que Sarao Studio tendrá «mucha carga política porque no nos importa mostrar nuestras opiniones, nos parece básico. Es importante. Tenemos algo que decir sobre todo y tenemos que decirlo. Obviamente, podremos perder público, pero ¿por qué ocultar cómo somos para gustarle a alguien? ¿Por qué tratar de contentar a gente que no queremos contentar?», plantean. Por el momento, ya han interpelado a los y las artistas de la zona para la que será su primera exposición.
«Inauguraremos el local con ella y girará en torno a la temática de ser artista: lo que piensas cuando piensas en ser artista, qué es ser un artista, cómo se comporta un artista, ¿esto es o no de artista?, cómo vive un artista», explica Laura, recordando que se dirigen a todas las disciplinas y se trata de que cada persona aporte una obra para la expo. Entretanto, siguen dando forma a su local en la calle Real y sueñan con que gente consolidada, como es el caso de Suso Basterrechea o Cristina Moreira, se pasen a conocerlos y les apoyen para que su sueño pueda despegar y, con él, el de muchos otros jóvenes ferrolanos. Desde aquí, le mejor de las suertes.
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