FERRROL360 | Martes 4 de marzo de 2025 | 13:34
Los alumnos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña, bajo la dirección del profesor Luis Walter Muñoz Fontenla, han trabajado este año en nuevos proyectos académicos en Valdoviño. «El año pasado centramos los estudios en la rehabilitación de las baterías de Monte Campelo; este año nos hemos trasladado a la playa de Villarrube y al núcleo urbano de Porto do Cabo», explica el profesor Luis Walter Muñoz Fontenla, uno de los docentes que imparte la asignatura junto con Santiago Barge, Mario di Feliche, Emma L. Bahut, Carlos Martínez y Ricardo S. Lampreave.
En Villarrube, los estudiantes han desarrollado propuestas orientadas a la ordenación del espacio y la interacción con el entorno. «Hemos trabajado en la playa, también con esa idea del recorrido, del paisaje en movimiento y diseñando algunas cosas para la interacción entre el visitante y el sitio», detalla el profesor. Diseñaron un paseo que mejora el recorrido y la experiencia del visitante, además de instalaciones como miradores y zonas de descanso.
Un edificio para las mariscadoras
Uno de los proyectos más destacados que hicieron los alumnos ha sido el diseño de un edificio para las mariscadoras de la cofradía de Cedeira, «las que faenan en toda la extensión de Villarrube», comenta Muñoz Fontenla. Se trata de una estructura que busca facilitar su trabajo y mejorar sus condiciones.

En el segundo cuatrimestre, la atención se va a trasladar a Porto do Cabo, un núcleo histórico rural en la frontera entre Valdoviño y Cedeira. Los estudiantes han trabajado en la conceptualización de un albergue de peregrinos, dada la importancia de Porto do Cabo en el Camino de San Andrés de Teixido. Este lugar, donde se encuentra un puente medieval y A Casa da Bastona, ha sido históricamente un punto clave de paso para peregrinos.
Dos intervenciones principales
El proyecto incluye dos intervenciones principales. Por un lado, el diseño de un nuevo albergue en una finca sin edificar, que podría servir tanto para peregrinos como para otros visitantes, como surfistas o turistas. Por otro lado, la rehabilitación de la Casa da Bastona, un antiguo hospital de peregrinos del siglo XVI que se encuentra en estado de abandono.

«El Concello está haciendo gestiones —aunque no sé en qué punto están— para comprar ese edificio y el de al lado y hacer una intervención con un equipamiento vecinal», explica Muñoz Fontenla. Dado su tamaño y estructura, los estudiantes han propuesto su restauración con un programa más flexible, en lugar de convertirlo en un albergue moderno. «A Casa da Bastona es una carcasa bastante cerrada con muchos muros ciegos», añade. Eso significa poca luz, además de que ya de por sí es poco espacioso. Por eso no sería muy apto para los albergues de peregrinos modernos.
Sin embargo, los futuros arquitectos gallegos trabajan un curso más en sus ideas para poner al servicio del Concello de Valdoviño y de sus vecinos sus ideas. «Llegamos hasta donde podemos», admite Muñoz Fontenla. «No siempre es fácil trasladar estos proyectos a la realidad, pero lo importante es generar propuestas y ponerlas a disposición de los vecinos».
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