MARTA CORRAL | Ferrol | Lunes 22 febrero 2016 | 13:00
Calle del Sol. Circulas con tu coche o paseas en dirección Ferrol Vello. Antes de llegar a las instalaciones del centro Tirso de Molina no podemos evitar alzar la vista para encontrárnoslo una vez más y lamentar su estado, en consonancia con otros inmuebles que huelen a cultura en la ciudad naval, como el cine Avenida o la casa de Carvalho Calero; o algunos que podrían haber olido, como la Fábrica de Lápices de Hispania.
El Teatro Renacimiento, el Rena, que elevó su telón por primera vez en 1920 y se apagó definitivimente tras el incendio que lo asoló en 1991, aguanta todavía a duras penas el paso del tiempo y la desidia. Librándose por los pelos de convertirse en un edificio de viviendas y recordándonos, con los mosaicos modernistas de su fachada, que hubo un día en el que brilló.
La recién estrenada revista Tracería, una publicación del equipo docente del Máster de la UDC sobre Rehabilitación Arquitectónica que se imparte en la Escola Técnica Superior de Arquitectura, recoge en su primer número el trabajo el artículo Proyecto de rehabilitación del Teatro Renacimiento de Ferrol para uso destinado a biblioteca infantil, de la arquitecta técnica María del Carmen Picos Pérez.
En el estudio, que puede verse completo en este enlace, Picos propone destinar el espacio a nuevos usos que estarían aún sin cubrir, como es el caso de una biblioteca infantil, reparando y sustituyendo «aquellos elementos constructivos que se encuentren deteriorados», creando «nuevas estructuras que respeten la existente» y conservando la fachada «respetando sus características iniciales».
Aprovechar espacios para la cultura infantil
La arquitecta ténica expone que no sería viable recuperarlo como teatro, puesto que «ya existe un teatro de gran envergadura en Ferrol», como es el Jofre. Recuerda que el teatro se encuentra rodeado de centros escolares -el propio Tirso, el CEIP Cruceiro de Canido y, algo más distantes, los colegios Cristo Rey, San Rosendo y Jesús Maestro-, y de parques «lo que lo convierte en un lugar idóneo para la realización de actividades infantiles».
Todo ello unido a que Ferrol no dispone de una biblioteca de uso exclusivamente infantil, Picos propone «preservar la esencia de teatro dentro del uso de biblioteca» y para ello sugiere conservar el escenario para usarlo puntualmente con cuentacuentos o teatro infantil, mantener una planta superior como zona de asiento y una planta baja diáfana destinada a «lectura, juegos y a las actividades que se puedan realizar sobre el escenario».
Se accedería por la entrada principal, donde se ubicaría la recepción, los fondos bibliográficos y las mesas de lectura y consulta, así como una zona de exposición e informática. Además, en la planta superior habría otra zona de información y préstamo, un pequeño fondo bibliográfico y una zona de lectura con sillones, y se construiría un anexo para ascensor y escaleras, pero también para una sala de estudio. Con el objetivo de aprovechar la torre de tramoyas, Picos propone asimismo crear una sala de oficinas sobre el escenario, mientras que la planta sótano acogería los aseos.
En manos privadas
A pesar de que el gobierno socialista de Vicente Irisarri había mostrado su intención de llegar a un gran pacto con el resto de grupos municipal para adquirir el inmueble, finalmente en septiembre de 2010 el concejal de Urbanismo, Ángel Mato, reconocía que la compra de los terrenos tendría que esperar a causa de la crisis.
El teatro, ahora enmarcado dentro del Plan Especial de Protección y Rehabilitación del barrio de A Magdalena pero en manos de la constructora Muiños Hermanos y Arias, S. L., estuvo a punto de convertirse en viviendas hasta que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Ferrol declaraba en una sentencia de septiembre de 2010 su protección como edificio singular de la ciudad de Ferrol.
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