O Parrulo anunció que Diego Ríos no seguirá siendo su entrenador tras cinco temporadas en A Malata. El lucense dejará el club tras la disputa de la fase final de la Copa Galicia, prevista para la próxima semana en As Pontes. Según la entidad, «cierra una etapa muy exitosa» en la que llevó «al equipo a lo más alto».

De este modo, valora que pudiese «afianzar en la Primera División» al conjunto y le agradeció «su dedicación y gran implicación». De hecho, consideró que es «una leyenda en O Parrulo, que siempre será su casa». En declaraciones difundidas por la escuadra ferrolana, el técnico ofreció un balance «muy positivo; he sido muy feliz en estos cinco años en el club».

Mostró su «orgullo» por haber sido su preparador y lanzó palabras de agradecimiento a su presidente, Julio Martínez; al secretario, José Naveira, y al director de la escuela de la sociedad deportiva, Roberto Testa. Sobre estos dos últimos, apuntó que fueron «a buscarme a Lugo y me dieron la oportunidad de seguir entrenando cuando pensé que no iba a ser así».

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Agradecimientos

Asimismo, Ríos ensalzó el papel del director deportivo, Iván López; el director general, Sergio Saavedra, y el embajador de O Parrulo, Tomás Llao. Sus agradecimientos se extienden al resto de componentes del club y a los empleados del pabellón de A Malata, entre los que citó al recientemente fallecido Carlos Varela, «la primera persona con la que traté a mi llegada».

Finalmente, alabó la tarea de todos sus compañeros de cuerpo técnico y plantilla. «Me voy muy tranquilo con lo que pudimos hacer, tanto O Parrulo como yo crecimos muchísimo; siempre estaré en deuda», añadió. A su juicio, su labor permitió identificar «a una ciudad empezando con 100 personas en el pabellón y ahora siendo más de 2.000 e incluso llenándolo».

El entrenador elevó al conjunto a «referencia a nivel gallego y nacional» y aludió a recuerdos como la Copa Xunta en su primer año en Ferrol, el ascenso a Primera y el triunfo ante Santiago Futsal en la lucha por la permanencia. Se confesó como alguien «muy querido aquí, incluso cuando las cosas empezaron mal; siempre seré un parrulista más, como toda mi familia».