RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Miércoles 30 abril 2014 | 13:48
Tres informadores, de los cuales dos son freelance. Javier Espinosa, Ricardo García Vilanova y Marc Marginedas merecen el décimo premio José Couso a la libertad de prensa, que se entrega este miércoles en Ferrol, la ciudad de la que procedía el reportero de Telecinco fallecido en Irak. Los dos primeros han comparecido en el palacio municipal y, por una vez, son los protagonistas de la noticia.
Espinosa, que sí pertenece de forma estable a la plantilla de un medio -el diario El Mundo-, comparte más cosas con los otros dos galardonados. Sin ir más lejos, todos ellos se reponen en las últimas semanas de sus correspondientes secuestros. En una recepción institucional, el periodista ha dicho que Couso murió en Bagdad mientras se dedicaba a «documentar los terribles efectos» de la contienda bélica.
Definió como «invasión ilegal» lo ocurrido en aquel país y afirmó que el ferrolano pasó de ser «portavoz de las víctimas» a «una víctima más». Los civiles «siguen sufriendo», pero cada vez son menos los que están «sobre el terreno» a causa de la «precariedad» en la prensa. Así, Espinosa sostuvo que «más del 90 % de la cobertura» de lo que sucede en Siria corre a cargo de algún reportero freelance.
Sin embargo, también asoman en esos despliegues «activistas comprometidos con una causa», por lo que se pierde la «honestidad» que se le presupone a una narración periodística. Esa ausencia de altavoces autorizados deja a los afectados sin la simple «oportunidad de quejarse». García Vilanova, más escueto, abogó por «tomar conciencia de la situación actual» de su colectivo y de la propia problemática en Oriente Próximo.
Freelance
Reconoció el fotógrafo que su condición de autónomo le mantiene «desprotegido». Su cautiverio le privó no solo de percibir sus emolumentos habituales, sino incluso de su propio material, por lo que han surgido en redes sociales campañas promovidas por compañeros de oficio para «recaudar fondos».
Preguntado por la posición secundaria que ocupa la actualidad internacional en los medios españoles, Espinosa aseveró que «cuando los conflictos se extienden, el desinterés se acrecienta». Reconoció que la población está «muy preocupada por lo que ocurre en su país». No ven con optimismo el futuro del gremio, que observan «hacia el barranco» -García Vilanova- o abocado a la «desaparición» -dijo Espinosa-.
El regreso a tierras peligrosas no figura en sus agendas inmediatas. A Espinosa se lo impide su mujer, la informadora Mónica García Prieto -galardonada en 2013-; a García Vilanova, sus padres. En el acto, que incluyó la firma de los agraciados en el libro de honor de la ciudad, el alcalde estimó que el premio es una «llamada a la memoria» y un «grito contra la impunidad».
José Manuel Rey Varela -que estuvo acompañado por representantes de La Caixa, el Colexio Profesional de Xornalistas, el Club de Prensa de Ferrol y los grupos políticos- pidió que «los familiares de Couso puedan esclarecer las causas que rodearon esta muerte» para que «se haga justicia». Reseñó que la familia del cámara de Telecinco está muy ligada a la urbe naval.


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