FERROL 360 | Martes 21 de mayo de 2025 | 13:10
Cuatro personas jóvenes intentaron ocupar este lunes una vivienda situada en la calle Real Alta, en A Graña, aprovechando que sus propietarios residen fuera de Galicia. «La puerta estaba forzada y oímos voces dentro», explica uno de los vecinos, que dio la voz de alarma y avisó a la Policía Nacional tras descubrir la situación.
El intento de ocupación fue detectado a primera hora de la tarde. «Salimos de casa sobre las cuatro y no había nada raro, pero a las seis ya estaba la puerta entreabierta», relatan. Al acercarse, vieron salir a dos hombres y dos mujeres que aseguraban que la casa «no tenía dueño» y que «estaba abierta». Pero los vecinos lo desmienten: «La casa estaba cerrada y tenemos llave porque los dueños nos avisan cuando vienen».
Intento de puesta a punto
Dentro encontraron signos de que los intrusos se habían instalado con cierta calma: habían abierto las ventanas para ventilar, desplegado uno de los colchones hinchables guardados por los propietarios, y usado una garrafa de lejía que derramaron por varias habitaciones «como si pensaran volver en los próximos días», comentan.
La rápida intervención vecinal evitó que la ocupación fuera exitosa porque en cuanto tuvieron contacto con los invasores sin perder el tiempo cogieron el teléfono para llamar a la policía, al tiempo que también avisaron a los dueños legítimos de la vivienda. Tras esto, los ocupantes, sospechando que las autoridades estarían al caer, huyeron corriendo hacia la zona de A Cabana pudiendo desaparecer antes de que llegaran las patrullas.
«No es habitual que los okupas ventilen ni limpien la casa antes de instalarse»
Agentes de la Policía Nacional llegaron a los 30 minutos y fueron los propios agentes, según los testigos, los que se mostraron sorprendidos por la forma de actuar de los intrusos: «Nos dijeron que no era habitual que los okupas ventilen ni limpien la casa antes de instalarse».
La vivienda afectada está vacía una gran parte del año porque en esta zona de veraneo hay muchos madrileños o gente de fuera de Galicia que tiene casa aquí. De hecho, uno de los testigos, cuenta que el domingo le llamó la atención ver a un hombre delante de la puerta de la vivienda afectada, probablemente tanteando el terreno, ya que estaba vestido con un chándal negro igual al que llevaba uno de los hombres en el momento de la instrusión.
Los vecinos ahora están inquietos, aunque la policía ya ha tomado nota de lo ocurrido, nunca habían vivido algo así en A Graña. «Yo tengo 40 años y es la primera vez que pasa».
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