FERROL360 | Miércoles 18 octubre 2023 | 19:40
Tras la detención este martes de R. S. R. V. como presunto implicado en el asesinato de Elisa Abruñedo hace diez años en Cabanas, el trabajo de la Guardia Civil y los cuerpos de seguridad se intensifica para recabar las pruebas necesarias de cara a instruir el caso. En un primer registro a su vivienda, localizada en el barrio naronés de A Gándara, se hallaron armas de fuego y cuchillos, un material que no ha sorprendido a sabiendas de que el detenido es aficionado a la caza, como confirman además múltiples fotos que él mismo compartió en la red social Facebook,
En paralelo, confirmaban este miércoles los Informativos de la Televisión de Galicia, se está investigando si el acusado podría estar implicado en otros dos casos más que están sin resolver: el intento de agresión de una chica en Santa Cristina (Oleiros), puesto que cuadran sus características físicas con la descripción que ella facilitó en su momento, y la muerte de una mujer cuyo cuerpo sin vida apareció en la ribera del Miño a su paso por Ourense.
Cabe la posibilidad de que el terrible asesinato de Elisa Abruñedo no fuera un caso aislado. La mujer, de 46 años y vecina de Lavandeira, salió aquel 1 de septiembre de 2013 a caminar por el entorno de su casa, como había hecho tantas veces. Su cuerpo fue hallado sin vida dos días después. La habían violado y tenía tres heridas de arma blanca. Dejó marido y dos hijos. La hipótesis que cobra fuerza es que el asesino escogió a su víctima de forma casual cuando se la encontró en el monte.
Su pelo rojo, los cribados y un ZX
Natural de Cabanas, pero residente en Narón, R. S. R. V. tiene ahora 49 años y trabaja en una empresa auxiliar que opera en Navantia Ferrol, donde fue detenido. Fue el ADN que dejó en el cuerpo de Elisa el que acabó delantándolo después de diez años de búsqueda en una intensa investigación. Hace un par de años, en 2021, el Instituto Armado supo que estaban buscando a un hombre de piel clara y cabello pelirrojo porque su genoma se correspondía con estas características, pero al no tener antecedentes penales no estaba fichado. Tenían además la referencia a un vehículo Citroën ZX que citaron algunos testigos.
La Guardia Civil tuvo que bucear en los archivos de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol en sus pesquisas y puso en marcha cribados voluntarios. Las pruebas empezaron por la zona del Eume y prosiguieron por Valdoviño, donde sometían a un test voluntario y masivo de ADN citando a cuatro o cinco personas de familias diferentes para pode encontrar un hilo conductor, alguien emparentado con el presunto asesino. Encontraron así a un pariente cercano y pudieron afinar las sospechas. Será este jueves cuando pase a disposición judicial en el Juzgado número 2 de Ferrol, que ha decretado secreto se sumario.
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