FERROL360 | Viernes 8 agosto 2014 | 18:38
Después de que el Concello de Ferrol y la Cocina Económica limaran asperezas con la firma de un nuevo convenio el pasado 30 de julio, que seguiría asegurando el envío a domicilio y el servicio de restauración presencial para personas derivadas de los Servicios Sociales municipales, la entidad ferrolana ha considerado oportuno aclarar en un comunicado algunos puntos sobre su funcionamiento y fines, que figuran en sus estatutos aprobados ya en 2005 pero que «dan continuidad a lo establecido desde su fundación en 1891».
La Cocina Económica ofrece un servicio, a priori, de comedor presencial. Es decir, los usuarios deben consumir en sus instalaciones el menú que se les proporcione cada día: «Sólo con carácter excepcional y por motivos muy justificados, permitiría retirar la comida para su consumo fuera de nuestras instalaciones».
Una de esas excepcionalidades viene dada por la firma de los distintos convenios de colaboración con el Concello, mediante los cuales la administración deriva casos desde Bienestar Social, asumiendo los gastos, a su vez, de todos los usuarios.
Tal y como se recoge en sus estatutos, el servicio ofrecido por la entidad no es gratuito, sino que exige el pago de un precio simbólico que, desde hace décadas, es asumido por el Concello: «La Cocina Económica, además de percibir el precio de nuestros usuarios en comedor, se compromete a atender a un número determinado de usuarios de los Servicios Sociales municipales, que delegan en nuestra Institución el servicio específico de alimentación, pero no la responsabilidad de su atención» aclaran desde la institución benéfica.
Ponen de manifiesto, por lo tanto, que «la Cocina Económica no puede ni debe asumir funciones propias del Estado, por ser un Estado Social y de Derecho» y advierten que «en ausencia de un Convenio que así lo justifique, nuestros Estatutos nos remiten a nuestra función propia, que es el servicio de comedor cobrando un precio simbólico».
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