RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Sábado 15 marzo 2014 | 19:32
La apertura del auditorio de Caranza se ha convertido en un «exercicio de ferrolanismo». Lo dijo el alcalde y un vistazo al recinto servía para confirmarlo. Las cerca de 900 butacas del mayor contenedor cultural de la ciudad estaban ocupadas en el día de su estreno por hombres y mujeres que lucían nerviosismo en sus caras, buscando el asiento que les correspondía.
Pizarra como principal elemento en la fachada de un inmueble abierto a la ría y que permitirá diversas actividades de forma paralela. No solo el aforo, casi el doble que el Jofre, juega a su favor. También sus posibilidades escénicas, que abren la posibilidad de que eventos sinfónicos de relieve se puedan celebrar allí.
Numerosas autoridades acudieron al debut, con abundante representación política. José Manuel Rey Varela, regidor de Ferrol; Diego Calvo, presidente de la Diputación de A Coruña; Agustín Hernández, conselleiro de Medio Ambiente, y Alfonso Rueda, vicepresidente de la Xunta, fueron algunas de las personalidades invitadas.
Actos
Las Pepitas, por extensión las rondallas, estrenaron el escenario. Madrinas -ahora también infantiles-, músicos y familiares fueron responsables en gran medida del éxito de la cita. Celebrada hasta el pasado año en el teatro de la plaza de Galicia, su traslado no perjudicó a la tradición. «Hai motivos para estar orgullosos», aseveró el alcalde, que también lideró el habitual acto de hermandad con Mondoñedo.
A juicio de Rey Varela, existen «motivos para presumir» de la «gran cidade que todos queremos», gracias a un nuevo equipamiento que a su entender sitúa a Ferrol a la altura de las principales urbes gallegas. Son horas en las que suenan «doces melodías para cantarlle á muller», un festejo a veces poco entendido fuera de la comarca que el Concello quiere impulsar.
Modesto Díaz García ejerció como alcalde mindoniense en funciones. En el décimo aniversario de la amistad entre ambas localidades, mostró su «solidariedade» con el naval y abogó por las «sinerxias» para salir de una «fonda crise». Alabó el patrimonio musical ferrolano en su alocución.
Discursos
Diego Calvo, presidente de la Diputación, habló de un «día alegre» y aplaudió la gestión del actual gobierno local, dedicando la apertura «aos veciños». En su opinión, el auditorio permitirá que Ferrol albergue actuaciones a las que hasta ahora había que «renunciar por espazo» y posibilitará que «nos situarán no mapa».
El conselleiro de Infraestruturas, Agustín Hernández, subrayó los 16 millones de euros invertidos en el inmueble, el doble de los inicialmente previstos. Son 7.000 metros cuadrados de superficie ocupada que «mira ao mar» y a una ría que es «fonte de riqueza». No perdió ocasión, en esta línea, de comprometer el remate del saneamiento a modo de «soño colectivo», como el propio auditorio.
Recordó que la obra llegó a estar paralizada, que hubo que «buscar financiamento», pero que «todo iso é pasado». «Se Ferrol quere, pode», añadió en referencia a la necesidad de lograr la «recuperación do impulso económico» que atribuyó a la urbe. Alfonso Rueda, vicepresidente del Gobierno gallego, lamentó el «longo tempo de espera» y remarcó que es una infraestructura tan necesaria como otras.
Pepitas
En la parte estrictamente dedicada a la música local, se rindió homenaje a los rondallistas Juan Martínez Fernández, Emilio Cebral, José Gago y Francisco Piñeiro, además de al poeta Manuel Piñeiro. Los primeros acordes del Auditorio corrieron a cargo de Añoranzas, Club de Campo y Sonidos del Alba, finalizando con Bohemios y la interpretación conjunta de la popular Ferrol, donde yo nací.
Al iniciar su discurso, el regidor saludó a los «amigos de las Pepitas» en un día de «notas musicales de habaneras» dedicadas a las «mujeres y al amor». Costumbre iniciada a finales del siglo XIX que estrena este año su condición de fiesta de interés turístico gallego. «Vuestro es el mérito», espetó Rey Varela a los impulsores del evento.
A las madrinas les dijo que «esta noche os hará sentir madrinas para siempre», pero también tuvo palabras sobre el momento de la ciudad. Así, remarcó que «nunca renunciaremos al naval» y que «Madrid y Bruselas tienen que entender nuestra demanda». Resaltó que Ferrol no se entiende sin sus raíces ilustradas y lanzó una «llamada a la esperanza».
Pidió disculpas, además, por las molestias que causan las obras del saneamiento, que también atraviesan el entorno más próximo al auditorio. Son inversiones «que no se ven», pero que según el alcalde permitirán disfrutar de la ría y de sus playas, además de impulsar el marisqueo, que da trabajo a día de hoy a unas 500 familias.
Antes del acto, un grupo de vecinos disconformes con la creación de un aparcamiento provisional en una parcela pública contigua se concentró en ese espacio. El Concello, finalmente, no facilitó el estacionamiento en ese lugar, limitándolo a la Escuela Antonio de Escaño y a la Casa do Deporte. Afectados por preferentes también se congregaron a la entrada.
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