FERROL360 | Lunes 14 agosto 2017 | 10:23
La tarde de este domingo fue movidita en el arenal ferrolano de Santa Comba, en la parroquia de Covas. El buen tiempo llenó el arenal y las altas temperaturas hicieron que aflorase parte de la fauna menos apreciada por los bañistas, que suele pasar desapercibida por encontrarse habitualmente en zonas de poco tránsito.
Un total de tres víboras fueron recuperadas en la zona más cercana a la caseta, donde se agolpan la mayoría de usuarios. Fue una menor, que se encontraba jugando por las dunas, la que dio la voz de alarma.
Los Bomberos de Ferrol se desplazaron hasta el lugar para atraparla y llevarla hacia otras zonas, lejos de la gente. Esa primera serpiente no era de gran tamaño, puesto que mediría unos cinco centrímetros, según testigos presenciales.
Sin embargo, en pleno dispositivo, los efectivos del parque de Bomberos se dieron de bruces con una víbora mucho mayor, de más de 30 centímetros, que también procedieron a retirar.
Con los Bomberos de regreso a su base, una mujer encontró una tercera víbora bajo su toalla al recoger sus bártulos para abandonar la playa. Su escaso tamaño facilitó que uno de los socorristas se hiciese cargo de recogerla y depositarla en su hábitat de vegetación dunar.
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