ALICIA SEOANE | Lunes 19 de agosto de 2024 | 11:05
La séptima edición de Ares Indiano volvió a llenar las calles de habaneras y vestidos blancos con borsalinos. Un evento que se va convirtiendo en tradición en la villa en el que cada vez participan más personas de todas las edades. Abuelos y nietos desfilan por las calles, muchos deseando ser fotografiados luciendo sus mejores galas, como las que quizá ni sus familiares de antaño lucieron.
Encajas, gargantillas, faldas blancas con pañuelos de colores, la imaginación está servida para encontrar la vestimenta que se adapte al recuerdo de ese familiar migrado que todos sentimos cerca en esta fecha. Banderas cubanas invaden las fachadas y los bares, como si por un momento Ares y Cuba no estuviesen a miles de kilómetros de distancia. De fondo suena Cuba que linda es Cuba, y otras tantas habaneras que muchos escuchamos cantando con nuestra familia en los bares.
En esta fiesta, Ares se llena de música, de canciones populares que se siguen cantando año tras año por todos los rincones dejando ganas de una siguiente edición.
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