ARY LÓPEZ | Martes 15 octubre 2013 | 11:45
Si has leído este titular entonando la conocida canción de Luis Eduardo Aute, tal vez te apetezca no solo salir a pegarte unos bailes (tranquilo, estamos a martes), sino recrearte ante una buena película proyectada sobre una gran pantalla en una cómoda butaca.
Quizás puedas hacer algo parecido en tu casa. Poner la última adquisición fílmica que has conseguido con el periódico del domingo y verla tirado en la cama, corriendo el riesgo de quedarte sobado si no es lo demasiado interesante. Pero… ¡despierta! Ir al cine es otro rollo.
Instrucciones para ir al cine
Cuando un sujeto entra en ese habitáculo lleno de luces ancladas a un largo pasillo de moqueta, de repente se enfunda en un traje de gala. El individuo que asiste a la proyección de una película sufre un arco de transformación durante las dos horas que suele permanecer cerrada la sala. Por supuesto, antes habrá apagado su teléfono móvil arriesgando su vida durante el tiempo que permanece desconectado.
Ya no puede quedarse dormido, porque el de al lado, el de atrás o el de delante le dará un empujón para que deje de solapar con sus ronquidos ese romántico diálogo entre los dos protagonistas. Además, el espectador ejemplar intentará masticar las palomitas en los momentos de máxima acción para no incordiar a sus vecinos que amenazan con mirarle de reojo en medio de la oscuridad.
El ejemplar espectador gritará, reirá, llorará…, la mayor parte de las veces en consonancia con el resto de los asistentes, tejiendo al unísono improvisados compases de la banda sonora. Esa que, por cierto, se escucha delante, detrás a un lado y al otro sin que pueda uno despegársela de su cabeza incluso cuando sale al exterior.
Ya en el final, jugará a ser miope tratando de leer al menos uno de cada diez nombres en los títulos de crédito -porque aún no ha terminado la película-. A no ser que sea de esos que huyen disparados por miedo a que le persiga el script (secretario de rodaje), ése que evita que en el film se salte la continuidad.
La película será mejor o peor que en otras ocasiones, pero uno sale con esa sensación de haber sido testigo cercano del esfuerzo y trabajo de un enorme equipo que una vez tuvo un sueño… Y como los sueños, cine son, decidió sudar celuloide para convertirlo en realidad.
Y el espectador ejemplar ha estado cerca para comprobarlo. Para criticarlo, para alabarlo. Para decirle a sus amigos que vayan al cine a ver tal película. Que vale la pena verla en una gran sala, acompañado de otros individuos que durante al menos noventa minutos comparten con uno la magia de un (séptimo) arte de unos 120 años.
¡Cine gratis en Ferrol! ¿¡dónde!?
Pues ahora que ya sabes un poco más de que va esto de ir al cine, no te busques excusas del tipo económico, porque algunas de las posibilidades cinéfilas en Ferrol para esta semana son totalmente gratuitas.
Sin ir más lejos, este martes, el Ateneo Ferrolán continúa con su ciclo semanal dedicado a mujeres directoras. El pase de hoy -que como es habitual comenzará a las 19:30 horas- lo protagoniza Jane Campion, que escribe y dirige The Piano, un film de 1993. A sus órdenes trabajan los actores y actrices Holly Hunter, Harvey Keitel, Sam Neill y Anna Paquin.
Es 1851 y Ada, muda desde pequeña, se ve obligada a dejar su Escocia natal para viajar a Nueva Zelanda con su hija y su piano. Allí le espera el hombre con el que le han propuesto matrimonio concertado. De profesión granjero le prohíbe la entrada del piano en su casa. El instrumento acaba abandonado en una playa y posteriormente encontrado por un vecino que establecerá con Ada un delicado pacto para poder tocarlo.
El miércoles, Al Pacino nos espera nuevamente en la pantalla del Cine Dúplex. Esta vez, no sólo protagoniza sino que dirige el film Looking for Richard, un documental de 1996 donde el actor realiza un examen profundo en torno a la figura de William Shakespeare -concretamente en su obra Richard III– y su pegada en la cultura popular. Le acompañan Alec Baldwin, Kevin Spacey y Winona Ryder. Sus voces: las reales, sin doblajes. Sólo subtítulos. A las 20:30 horas.
El jueves, la Asociación Veciñal de Esteiro lanza su programación también en el Dúplex, prosiguiendo con su ciclo mensual dedicado en esta ocasión al director Sam Peckinpah. Dueño de un cine salvaje, visceral y auténtico, dirigió en 1970 The ballad of Cable Hogue, un western donde el explorador Cable Hogue es abandonado por sus compañeros en pleno desierto. Despojado de su montura, su rifle y sus provisiones, camina bajo el sol abrasador durante varios días. De pronto, muy cerca del derrumbe, descubre que sus botas están húmedas. Se proyecta a las 20:30 horas. También, en versión original subtitulada.
Pues estas son algunas de las propuestas audiovisuales que se podrán ver estos días en las pantallas ferrolanas. Todas ellas sin pagar ni un euro.
Si aún con todo no hemos logrado convencerte, entonces, llama a ese amigo para jugar al pádel. Pero luego no te vengas quejando de que el cine está caro.
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