RAÚL SALGADO | @raulsalgado | Ferrol | Jueves 8 mayo 2014 | 18:57
Ante la sede de Hacienda y la popularmente conocida como rotonda del Diapasón, los operarios de los astilleros de la ría de Ferrol han soldado una falsa fragata, que ellos querrían que fuese real. Entre algunas risas, que también son necesarias en medio del drama, algunos proponían como nombre Barallobre, frente a la antigua Bazán.
Más de 2.000 trabajadores han participado en una manifestación que discurrió desde la planta de Esteiro en dirección a Telleiras, 24 horas después de que trascendiese el nuevo contrato para Navantia, un Buque de Acción Marítima. El LHD que aun no ha llegado se construyó ante la presencia de la Policía Nacional, desplegada en el punto de finalización de la marcha con tres vehículos.
Con anterioridad a la protesta, el portavoz del comité de empresa de Navantia Ferrol estimó que es necesario que se concrete el plazo para el nuevo barco y que el Consejo de Ministros apruebe definitivamente el encargo y cuanto antes. Ignacio Naveiras resaltó que un barco como el que este jueves nació en Telleiras aportaría «estabilidade e perspectiva de futuro».
Aunque saludan el anuncio oficial, piden que la ejecución del BAM transcurra de forma simultánea a la del flotel para Pemex, indicando que hay «compromisos pendentes» que dependen de la «acción política». Naveiras aseguró que el offshore marino y el quinto gasero son otras de las prioridades más importantes.
Campaña electoral
Al mismo tiempo, y a pocas horas del inicio de la campaña electoral europea, pidió que el levantamiento del veto sea efectivo desde el 31 de diciembre, evitando el «parapeto que utilizan en Bruxelas». Naveiras también criticó que se ofrezcan cifras estimativas de repercusión en los empleos que duplican a las que los sindicatos manejan, unos 500 trabajadores frente a 260.
A su juicio, el cálculo se rige por una «operación matemática simple». Abogó por «seguir pelexando» tras siete meses en los que se han logrado dos contratos para las gradas. «Cando queren, os gobernos se desprazan onde faga falla», dijo, destacando que la «Armada non se deu conta antonte» de que necesitaba nuevos barcos.
Ante esta situación, cree que las autoridades políticas priorizan «intereses partidistas», algo que tilda de «vergoñento». La ausencia del presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, en la comparecencia de este miércoles en Santiago de Compostela significa para Naveiras que está «amortizado». Piden soluciones definitivas que garanticen carga de trabajo para los próximos años en detrimento de alternativas «curtopracistas».
En una asamblea con los operarios, Naveiras afirmó que la clase política propugna una «falsa sensación de solución definitiva» en vísperas de la campaña para los comicios del día 25. A su entender, el papel de la dirección de la empresa «roza o ridículo absoluto» en una compañía «abandoada á súa sorte». Las movilizaciones proseguirán en lo que resta de mes.
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