FERROL360 | Miércoles 30 mayo 2018 | 10:06
Seis niños y niñas de la comarca participaron en las últimas 11 semanas en el programa Nen@s en Movemento con profesionales de Pediatría del Complexo Hospitalario Universitario de Ferrol. Una iniciativa en la que los peques y sus familias aprendieron pautas y hábitos de vida saludables para plantarle cara a la obesidad.
Se trata de un programa de abordaje multidisciplinar dirigido a menores de entre 7 y 12 años y su entorno familiar, que centra su atención en la salud general del peque, no solo en su peso y alimentación, englobando el área social, físico y emocional.
Todos los martes, durante las pasadas 11 semanas, los participantes en el programa y sus familias acudieron al Hospital Naval para aprender a modificar sus hábitos nutricionales, estilos de vida y mejorar aspectos psicológicos. Una vez completada la primera fase, ahora realizarán sesiones de refuerzo al mes, a los tres meses, a los seis y al año.
El objetivo es un seguimiento a largo plazo anual durante entre dos y cinco años. Esta intervención combinada como terapia intensiva ya tiene demostrada su efectividad, puesto que la implicación activa del entorno familiar ayuda a mejorar el tratamiento dietético y la adherencia al tratamiento.
De hecho, una de las pediatras que asiste el programa trabaja con las niñas y niños y otra trabaja en paralelo con los familiares. Adriana Torrado y Rosa Romarías explican que «a obesidade e o sobrepeso non se consideran unha enfermidade na nosa sociedade, e éo. Non teñen idea de atoparse mal; non se ve como un problema, pero si o é a longo prazo».
De ahí la importancia de una concienciación global y colectiva. Por ello, pusieron en marcha este programa como un refuerzo adicional al día a día de la consulta. Escogieron posibles candidatos de su consulta de endocrionología pediátrica, y evaluaron una serie de variables antropométricas, dietéticas y psicolóxicas.
Objetivos del programa
El objetivo general es realizar cambios sobre aquellos estilos de vida, hábitos saludables, y trastornos emocionales que contribuyan a ganar peso. Contempla igualmente objetivos específicos dirigidos a los niños como ofrecer conceptos básicos de alimentación; promover la actividad física; impulsar conductas asertivas, aumentar o mantener la autoestima; normalizar el índice de masa corporal, y prevenir complicaciones médicas relacionadas con la obesidad.
Los objetivos dirigidos a los padres y familiares son, entre otros, concienciar sobre la problemática de los niños y niñas; acentuar la importancia de su participación activa; y facilitar cambios emocionales en el entorno familiar.
Las sesiones comenzaban con ejercicios físicos de relajación durante 15 minutos y de forma semanal se trataba un tema como, por ejemplo, aprender a decir no o asumir los errores alimenticios. Se abordaron las distintas cuestiones mediante exposición oral, cuentos, y juegos educativos y de intercambio de rol; y se reforzaron progresivamente una serie de conocimientos sobre alimentación, actividad física y emotividad.
«Os nenos non entenden de calorías, pero saben cando un alimento é libre para comer sen obstáculos, como a verdura; lixeiro; pesado; ou megapesado, como as chuches», explican las profesionales. Mientras, los familiares trabajaban también estos temas y cuentan con un libro para poder revisarlos previamente.
Adriana Torrado y Rosa Romarís destacan a «implicación enorme dos pais, sen medo a recoñecer as situacións. Estas sesións axúdanlles a ver que os seus problemas nese senso son comúns; e fan un esforzo grande por acudir. O que queren é que os nenos sexan felices».
Concluyen que «estamos contentas porque cremos que os que acoden están contentos; conseguíronse cousas, incluso que adelgacen os pais e nais», subliñan satisfeitas; e xa se teñen modificado costumes e hábitos, como que os nenos coman froita e verdura, ou almorcen».
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