RAÚL SALGADO / RAÚL LOMBA | Ferrol | Martes 30 mayo 2023 | 23:50
Con un lleno para el recuerdo en A Malata, las últimas horas de un laborable eran las elegidas para decidir el futuro de O Parrulo. Ganar daría el billete a continuar en la fase de ascenso a Primera División, lo contrario suponía pasarle la llave a la temporada. Y se cumplió lo previsible, fue preciso un esfuerzo ímprobo para apaciguar los ánimos.
En un duelo de sobresaliente exigencia física y mental, los de Juanma Marrube brillaron con las paradas de Coro, ya desde el primer minuto. Los navales entraron bien al partido, aunque el Family Cash Alzira no dudó en asustar cada dos por tres. Unas 3.800 personas dieron su aliento, con la plantilla del Racing en primera fila. La comunión que Ferrol en general y su deporte en particular necesitan.
Electricidad en el parqué y en el banquillo, con el recurso del portero-jugador a explotar desde el primer compás. Ejemplificado en Rubén Orzáez y Kevin Chis, fue constante su aparición en el período de arranque. En las distancias cortas, el cuadro anfitrión exudaba tensión por tanto en juego. Demandas de altos vielos para una velada antológica del portero local.
Se hizo lento el primer tiempo, en el que persistió el 0-0. El Family Cash Alzira apeló a la paciencia, no era sencillo. Su cierre fue más efectivo tras el descanso y esa estrategia ralentizó la de O Parrulo, entregado a la resistencia al ataque y a la solvencia defensiva. Los ferrolanos tuvieron más dificultades para coquetear con la portería levantina.
El cuchillo visitante estaba casi igual de afilado que al comienzo. Wilson Francia para la respuesta, Rubén Orzáez para el riesgo. La calificación blanca y azul al ataque no fue necesariamente más baja por más que repuntase la presión de los rojillos. Anular la proximidad de los puntales del rival fue un objetivo parcialmente ratificado.
La agilidad era el gran punto a favor del oponente en un combate que seguía igualado a 10 del desenlace. El juego amagó con hacerse más directo y el grito de la grada era el aliado imprescindible. El reloj desprendía agobio en el afán por dar al marcador el regalo deseado. La inestabilidad en el criterio arbitral tampoco brindó el mejor escenario de fondo.
Ocho minutos, la inmensidad del mar ante los ojos del espectador. Un mundo por descubrir, una innecesaria prolongación que había que evitar. El mínimo despiste podía dejar la factura pendiente de pago y eso fue lo que ocurrió. Sin que O Parrulo hubiese titubeado, un gol a partir del contragolpe para tumbar el castillo que se había levantado desde el minuto 1.
Ligeramente aturdido, el quinteto de Juanma Marrube mantenía las pulsaciones con arreones liderados por un incansable Wilson Francia. El arbitraje permitió hacer y deshacer en no pocos tramos a Family Cash Alzira y el estallido no suele ayudar a que un guion se pueda plasmar en condiciones aceptables. Cinco minutos, otra eternidad para el sufrimiento.
Las tarjetas no salían del bolsillo con suficiente equilibrio y el final se hizo pesado. Siguió disparando el conjunto ferrolano, incapaz de perforar la meta foránea. Juego de cinco, tarea de bloque para el golpe en la mesa; la suerte, sin embargo, estaba mirando hacia otro lugar. El azar, la imprecisión, algún desajuste, la combinación de estos y otros factores.
Ante un entramado levantado con roca firme, O Parrulo no acertó con la clave. A Malata alentó hasta el segundo final, por más que estuviesen a punto de asomar los títulos de crédito de una película con un adiós que nadie quería contemplar. Tiempo muerto, quedaban 2,8 segundos. El sueño se acabó, pero con la cabeza muy alta. Habrá que remar doce meses más, al menos, en Segunda División.
FICHA TÉCNICA
O PARRULO | Coro, Iván Rumbo, Adri, Rubén Orzáez y Hélder -cinco inicial-; también jugaron Novoa, Charly, Wilson Francia, Keita y Kevin Chis
FAMILY CASH ALZIRA | Porky, Carlitos, Peiró, Castejón y Javi Sena -cinco inicial-; también jugaron Joan, Rubi, Parreño, Pedro, Serra y Naranjo
GOL | 0-1, Javi Sena, minuto 32
ÁRBITROS | Kepa Díez y Xabier Huarte (Euskadi), que amonestaron a los locales Adri y Kevin Chis y al visitante Peiró
INCIDENCIAS | A Malata, lleno con unos 3.800 espectadores
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