RAÚL SALGADO | Ferrol | Miércoles 13 septiembre 2017 | 14:15
Llovizna intermitente, no por ello menos agotadora, en el primer día de trabajo para el Racing por esta semana. Dos días de deseado descanso tras jornadas de viajes y partidos exigentes. Sonido del silencio desde el exterior del anexo de A Malata, en donde la velocidad aumentará con el ecuador del entrenamiento matinal de este miércoles.
Miguel Ángel Tena, ya para comenzar, pide «ritmo para jugar, ritmo para recuperar; no voy andando». Alaba las evoluciones de los suyos, desde un lance de Mendi «bien peleado» hasta otro «bien apretado» de Borja Freire. Insta a los jugadores a «decidir bien» cuando empieza a desplegar su estrategia de cara al duelo del domingo en casa ante el Navalcarnero.
Invitaciones al «toque» y a «tenerla» cuando es preciso. Y al diálogo entre futbolistas, insistiendo en un «bien hablado» cuando observa la respuesta adecuada. Sin incidencias en el vestuario, con la participación de un Joseba Beitia que será baja por su expulsión en Talavera de la Reina y con la ausencia ya conocida de Joselu, en plena recuperación.
A las órdenes de Fran Beade, el entrenamiento adquiere más revoluciones. De los ejercicios de cuádriceps e isquiotibiales al requerimiento de completar un circuito sin margen para el relax, de punta a punta del campo. Se ponen a prueba ante diferentes acciones, sin más prisas que las estrictamente precisas.
De la reiterada reclamación de «goles» del propio preparador físico al juego «más fuerte, agresivo», que va demandando Miguel Ángel Tena hacia el final de la sesión. Para la cita dominical ante los madrileños (18:00 horas), los verdes continuarán ejercitándose este jueves.
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