JOSÉ BARCIA TUCCELLI | Motivación para el cambio| Lunes 8 julio 2019 | 9:51
Nuestras realidades están cambiando desde hace algunos años, no lo podemos negar; y uno de los entornos en los que más se nota es en el educativo. Los niños están inmersos en un proceso de adaptación educativo al que le está costando dejar huella en el interés de los alumnos, más preocupados por formar parte de una realidad, que va bastante más rápido que los ritmos de las aulas tradicionales.
Se insiste en que la educación formal debería de ir inclinando la balanza hacia aprendizajes prácticos. Debería dotar de herramientas lo suficientemente funcionales como para que los niños fueran capaces de poder emplearlas en un entorno, que como decimos, es extraordinariamente cambiante y que por mucho que tratemos de contenerlo, difícilmente lo vamos a poder lograr.
En esta situación en la que los niños desean escapar hacia un mundo virtual, sin apenas límites, que los distancia de las convenciones y de las necesidades de una vida en sociedad como la venimos conociendo, todavía vivimos de espaldas a la importancia de la educación no formal. Confiamos ingenuamente en que la única fuente de influencia en la educación de nuestros hijos seremos la familia directa y la escuela, cuando seguramente habría que poner en un lugar de relevancia a las relaciones informales que van tejiendo a su alrededor. Sumando ahora mismo, una presencia demasiado fuerte, oculta, descontrolada y sin normas de las redes tecnológicas.
¿Y qué podemos hacer?, preguntan muchas madres, padres y educadores, al mismo tiempo que siguen castigando a alumnos e hijos apartándolos de sus prácticas deportivas regulares cuando sacan malas notas o tienen comportamientos sancionables. Pues la respuesta es, ¡dejen de hacer eso!.
A través del deporte se van a aprender valores y normas de convivencia que van a ser necesarios para mantener nuestra estructura social. Los niños van a aprender a perder, y con ello experimentarán frustración. La intolerancia a la frustración es un lastre para muchos de nuestros niños, demasiado acostumbrados a tenerlo todo ya, a golpe de un click. No les gusta escuchar que algo no es posible; pues bien, a través del deporte lo van a experimentar e interiorizar de forma natural.
Por otro lado, estaremos preservando su salud física y psicológica como niños, pero también estaremos invirtiendo en adultos sanos, lejos de muchos de los trastornos más habituales de nuestro tiempo.
Al igual que no castigamos a nuestros hijos sin comer cuando tienen un rendimiento académico alarmante, tampoco deberíamos de tener el impulso de apartarlos de una práctica deportiva que solamente les está aportando cuestiones positivas para su salud, para su formación y para su educación en todos los sentidos.
El contrasentido más absoluto lo encontramos de forma cotidiana cuando se les aparta del deporte porque “es lo que les gusta” y sin embargo les dejamos enganchados al móvil, tabletas u ordenadores de sobremesa.
Venimos padeciendo problemas de comportamiento tanto en las escuelas, en los lugares compartidos pero también a nivel doméstico. Venimos lamentando que sufrimos desde hace tiempo graves problemas de salud relacionados con el sedentarismo infantil. Vivimos alarmados por los trastornos relacionados con la tecnología y todavía más con las respuestas agresivas cuando tratamos de limitarles su acceso a ella.
Pues bien, una de las respuesta que tenemos a nuestro alcance, que ya la tuvieron nuestros padres y que sigue funcionando igual de bien, es la práctica deportiva. Por eso, cuando sintamos la tentación de castigar a nuestros hijos sin deporte, pensemos si es moralmente aceptable quitarles un alimento tan valioso para su calidad de vida. Nuestro organismo está diseñado para el movimiento, si empujamos a nuestros hijos a vivir en contra de su naturaleza les estaremos sentenciado a ser adultos con una calidad de vida deficiente. Nuestro cuerpo está hecho para el movimiento, pues ¡a moverse!.
José Barcia Tuccelli es licenciado en Educación Física y en Psicología y tiene una amplia experiencia en el campo del ejercicio físico, la salud y el deporte de rendimiento. Para más información podéis visitar su página de Facebook.
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