MARTA CORRAL | Ferrol | Lunes 29 mayo 2017 | 13:06
Que el artista Eduardo Hermida es una persona inquieta es algo que demuestra a menudo. Primero se sacó de la chistera el mágico proyecto de Las Meninas, después llegó el Mercalegre y, ahora, Los huertos floridos de Canido, una iniciativa que busca, a través del llamado land art, recuperar los espacios verdes del barrio para cultivos, jardines comunitarios y zonas de ocio.
Se trata de emprender una cruzada contra la maleza y el feísmo, poniendo a disposición de los vecinos de nuevo las huertas que están en desuso, los solares vacíos e incluso «las corredoiras que usábamos de pequeños para bajar a la playa de Copacabana, que ahora están cerradas porque no las usa nadie», cuenta Hermida, sin querer evitar un hilo de nostalgia de una infancia de barrio del que ha tirado para inspirarse en este nuevo proyecto.
La intervención de Hermida, que pretende ser una semilla que florezca en la voluntad del resto de vecinos y para la que no cuenta con financiación externa, se centrará en tres fases de instalaciones artísticas en espacios verdes que le han prestado. Una primera en la que colocará grandes nidos para «simbolizar la vida y la muerte», una segunda en la que proliferarán los espantapájaros confeccionados por algunos de los artistas que participan en Las Meninas, y una tercera fase de plantación de flores y cultivos.
Por el momento, Hermida empezará instalando sus nidos en el terreno municipal donde estaba el cementerio, en la trasera del IES Canido. Contará, además, con la ayuda de la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN), que colocará en el lugar casas para pájaros y convertirá el espacio en un punto de visita habitual para abrir su Museo al exterior y realizar trabajo de campo porque, como apunta el artista, «tienen catalogados un montón de pequeños animales e insectos que hay por el barrio».
Después continuará por parcelas que le han dejado en la Domus y en el lavadero de Insua. «Me gustaría que poco a poco fuese quedando todo limpio, que la gente nos fuese prestando sus terrenos para que se los cuidemos», explica Hermida. Una vez puesto en valor el verde de Canido podría volverse a cultivar la tierra, colocarse asientos hechos con palés y llenar de flores los solares, «que después se devuelvan al barrio en Os Maios, que es lo que hacíamos de niños».
Land Art
La corriente artística que ha elegido Eduardo Hermida para seguir haciendo del barrio alto de Ferrol el más atractivo para vivir surgió en EEUU a finales de los sesenta. Utiliza los elementos de la naturaleza como material para crear una intervención en el medio natural, mezclando escultura y arquitectura del paisaje. Las obras permanecen en el exterior a merced de la erosión natural y el paso del tiempo.
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