MARTA CORRAL | Narón | Lunes 8 junio 2020 | 20:36
Asun Álvarez lleva más de 18 años dedicándose al ocio infantil y está al frente de IlusionArte, donde ofrece sus servicios para todo tipo de eventos y ejerce como creadora de maquillajes de fantasía, otra de sus pasiones por las que ha recibido varios reconocimientos. La pandemia le obligó a cerrar el 13 de marzo las puertas de su centro, en la avenida Souto Vizoso 71 de Narón, y a cancelar un calendario repleto de citas entre las que sobresalían cumpleaños, comuniones y los talleres que organiza tanto en su local como en centros comerciales o asociaciones.
Desde entonces, esta emprendedora premiada el pasado año por la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE Ferrolterra), no ha parado de formarse y planificar una vuelta que está cada vez más cerca; pero sobre la que pesa una gran incertidumbre: «Nuestro sector está muy complicado. El BOE del 30 de mayo reanudaba las actividades de ocio infantil y juvenil sin dar ningún detalle más, así que todavía estamos esperando instrucciones claras», sostiene.
Estas semanas de parálisis le han servido para organizarse junto a otros 150 profesionales y empresas gallegas de su sector para crear el Colectivo Ocio Galicia. Su objetivo es elaborar protocolos y ejercer de interlocutores con la Xunta, encargada desde este lunes de los pormenores de la desescalada. Por el momento, pueden hacer actividades únicamente fuera de sus locales con hasta 15 niños y niñas; pero no saben cuándo podrán abrir sus puertas y, de no publicarse una orden específica, tendrán que esperar a que termine el estado de alarma, con las pérdidas económicas que conlleva en este contexto ya de por sí complicado.
Dudas sobre la ayuda de la Xunta
Con las escuelas cerradas y las actividades de conciliación muy recortadas, la Xunta ha sacado una línea de ayudas para contribuir al cuidado de los pequeños mientras sus familias trabajan. Así, podrían recibir 500 euros mensuales hasta septiembre para contratar a un cuidador, una medida de la que se podrían beneficiar unas 36.000 familias gallegas según los cálculos del Gobierno gallego.
«Todavía no hay nada oficial y no podemos ofrecer un servicio en este sentido», explica Asun, que contempla muchas reticencias a la iniciativa: «Conviene distinguir entre monitores y cuidadores. No es lo mismo. Ni su preparación ni sus condiciones, es necesario contar con personal cualificado para ello. Convertir mi empresa en un servicio de cuidadores me supondría cambiar de régimen y ampliar mis seguros, entre otras cosas, lo que se traduce en costes elevadísimos».
Por eso, ella ha preferido reinventarse para ofrecer minicampamentos dirigidos a particulares, asociaciones de vecinos o urbanizaciones. La idea es pasar «mañanas divertidas» con un grupo muy reducido de niños y niñas en locales sociales o instalaciones privadas para dar un respiro a las familias entre las 7:30 y las 15:00 horas: «Un servicio personalizado y con todos los protocolos sanitarios que se puede contratar en horas sueltas, días, semanas o meses».
El ocio infantil en la nueva normalidad
Precisamente, uno de los retos que trae consigo esta nueva normalidad en el ocio infantil es el de formarse y adaptar las instalaciones para ofrecer, como remarca Asun, «tranquilidad y seguridad a las familias». Ella está acabando un curso específico sobre medidas a adoptar en su sector en el contexto de la COVID-19 que le ha servido para elaborar un protocolo que después supervisará la empresa a la que encarga las auditorias de prevención de riesgos, pero también tendrá que formar a sus empleados.
Los niños y niñas que participen en sus talleres tendrá que desinfectar su calzado antes de entrar y guardarlo en bolsas individuales. También es obligatorio acudir con mascarilla a partir de los 6 años —por supuesto, sin tener ningún síntoma—, desinfectarse las manos con gel y seguir todas las indicaciones. Los padres y madres solo podrán acudir con cita previa y los grupos serán muy reducidos.
«Con niños es imposible mantener las distancias, por eso es imprescindible la mascarilla. Se nos plantea el problema de los de 3 a 6 años, que el Gobierno no obliga a llevarla a esa edad y todavía no sabemos si podremos hacer actividades para ellos… Lo que sí sabemos es que vamos a dividirlos en grupos muy pequeños, mantenerlos en espacios diferentes e ir desinfectando todo el material después de cada uso», avanza Asun.
De hecho, incluso las instalaciones de IlusionArte que acababan de ser remodeladas a comienzos de año han tenido que someterse a otros cambios: «He retirado toda la moqueta del suelo para poder desinfectar con mayores garantías, adquirir nuevos dispensadores de papel y geles automáticos para minimizar el contacto… Vamos, que esto es como empezar otra vez de cero», reconoce. Por el momento, hay familias llamándola para recibir información, pero todo el mundo está a la expectativa de lo que decida la Xunta.
La «niñofobia» que trajo la pandemia
Asun, que además de trabajar con niños es madre de una pequeña, cree que «han sido los grandes olvidados» porque «han regulado sobre todo excepto sobre la calidad de vida de los más pequeños». Su hija ha tenido la suerte de estar más tiempo con su madre e incluso acudir con ella a una oficina donde hay un parque de bolas, que eso no lo puede decir cualquiera, pero aun así «tuvo momentos de bajón y ansiedad».
«Se ha hablado de las secuelas psicológicas en adultos, pero se ha pasado de puntillas por las que sufrirán los niños. Se les ha prohibido jugar, que es imprescindible para su desarrollo psicomotriz. Que ellos se hayan adaptado a la situación, y se adapten siempre a todo con más facilidad que los adultos, no quiere decir que no la sufran y que no les acarree problemas emocionales». Considera que las clases a distancia han sido «un fiasco» y lo que más le preocupa es que hay niños que llevan desde que dejaron de ir al colegio sin jugar con otros niños.
«Algunos no han salido de casa en este tiempo y debemos aclarar cuanto antes las condiciones para que puedan jugar de nuevo en grupo, cumpliendo con las medidas, por supuesto». Critica además la «niñofobia» que ha surgido en la pandemia, en muchos casos por culpa de las informaciones contradictorias de los medios: «Pasaron de ser ‘supercontagiadores’ a que los científicos no lo tengan claro; pero en todo caso siguen sufriendo un perjuicio que nos va a pasar factura. Mientras los adultos ya pueden hacer ocio en los bares, los parques infantiles siguen (seguimos) cerrados».
*Podemos contactar con IlusionArte para tener más información en el 620 734 968, el correo electrónico ilusionartecreativ@gmail.com o en su página web.
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