MARTA CORRAL | Fene | Sábado 7 mayo 2016 | 13:55
Desde este viernes y durante tres semanas la fachada del cine Adriano, ubicado en la parroquia fenesa de Barallobre, alberga una gran exposición artística. Grande no sólo por el tamaño de las 18 obras que cuelgan de sus ventanas, sino también por el objetivo de esta muestra colectiva, que no es otro que impulsar la rehabilitación de este inmueble mágico que sigue en pie a la orilla de la carretera, esperando para recuperar el esplendor de una época añorada por sus vecinos.
Se trata de Fiestrarte, una intervención artística impulsada por el colectivo Patio de butacas, en la que participan artistas de la comarca, pero también de Lugo o Muxía, como Antonieta, Marta Aramendia Catalán, Dulce Das Anca, Jandy Buckley, Elga Fernández Lamas, Paula Fraile, Verónica García Carballeira, Eduardo Hermida, Lucía López, Simone Maestra, Carmen Martín, Cristina Mejías Barrio, Viki Rivadulla, Irene Sanjuan Quijada, Beatriz Seijo Smitz, Gosia Trebacz y Miguel-Anxo Varela.
Las obras permanecerán en la fachada del cine hasta el próximo día 27, cuando se trasladarán a la Galería Sargadelos hasta el 3 de junio. Desde este mismo lunes, a través de una web que pondrá en marcha la organización, podremos pujar por ellas con un precio de salida de 400 euros y el próximo 4 de junio, en el patio de butacas del Adriano, tendrá lugar la subasta presencial. El 50 % de lo recaudado por cada obra servirá para sufragar los gastos de rehabilitación del escenario del Adriano, mientras que el 50 % restante irá destinado a pagar a los artistas por su trabajo.
El nacimiento de un sueño
Fue el colectivo Lumen es que rescató al Adriano del olvido con aquel Adriano, sesión continua que puso el foco artístico en este edificio singular y comenzó a clamar por su rehabilitación. Algunos de los promotores de esta acción se quedaron prendados del cine y decidieron seguir luchando a base de iniciativas políticas y culturales para conseguir que las administraciones o las empresas privadas no lo dejasen caer.
Así nos lo explica Marta Barros, una de esas enamoradas y comprometidas con la emblemática sala, relatando que primero se creó la plataforma ciudadana Adriano para todos os públicos, pensada con el objetivo de buscar colaboración en las administraciones y entidades para llevar a cabo la restauración. De ella surgió en enero el colectivo Patio de butacas, que aglutina a artistas comprometidos y «personas de acción» que, mientras las ayudas no llegan, han decido ir poniendo pequeños proyectos en marcha para conseguir arreglar algunas partes del cine.
Fiestrarte es el primero de ellos, pero ya están pensando en un crowfunding para acometer la obra del tejado, la más urgente porque como explica Marta Barros, «si sigue entrando agua, todo lo que vayamos rehabilitando en el interior no servirá para nada. Las filtraciones de la azotea es lo que más daño hace al cine».
Sellar la cubierta costará 8.000 euros, nos asegura, mientras que el presupuesto total de rehabilitación del inmueble según el proyecto técnico que manejan está valorado en un total de 750.000 euros. La familia propietaria, por su parte, solamente pide 150.000 euros por él, así que por menos de un millón de euros en Adriano podría renacer.
Pasividad desde el Concello de Fene
Después de haber recibido el respaldo de la corporación anterior de Fene, Marta Barros sólo puede explicarse el desinterés y la «dejadez» del actual Gobierno local por puro «politiqueo».
Desde la plataforma intentaron que alguno de los grupos políticos presentasen una moción -que puede leerse completa aquí– en el pleno municipal del pasado 3 de marzo pero, después de reunirse con los portavoces, ninguno se implicó porque, explican, necesitaban tiempo para valorar la viabilidad técnica y económica de la rehabilitación, y tener conversaciones con los propietarios.
En el texto de la moción pedían asignación presupuestaria para la adquisición del cine, reclamar de la Diputación de A Coruña así como de la Xunta y los ministerios de Fomento y Cultura e incluso de la Unión Europea la concesión de ayudas para emprender la rehabilitación, y que el Concello pusiera en marcha una Escola Obradoiro para trabajar en el inmueble.
Unas demandas que entienden no son fáciles de llevar a cabo, pero también aseguran que no piden un imposible. De hecho, ponen como ejemplo el cine rehabilitado en A Pobra do Caramiñal, donde la Diputación ha invertido 670.000 euros.
«Que la gente no se olvide»
Para Marta Barros lo más importante es que el Adriano no caiga en el olvido, por eso sigue invirtiendo muchísimo tiempo en iniciativas «épicas» como el Fiestrarte que se inauguraba este viernes. Recuerda que para la gente de Barallobre el cine «supuso muchísimo» e incluso, relata el testimonio de una vecina de 78 años que alberga la ilusión de verlo funcionando de nuevo «antes de morir».
Este «espacio tan especial», avanza, podría albergar «muchísimas cosas». Su sueño es que se convierta en un lugar de reunión con muchos usos: «Donde puedas ver ballet, circo moderno, exposiciones en la fachada, talleres de arte… Lo que puedas imaginar, se puede hacer aquí. Y sí se puede», afirma rotunda, con la seguridad propia de quien persigue un objetivo difícil, pero no imposible, dispuesta a saltar todos los obstáculos, movida por recuperar los sueños que un día, el Adriano, forjó en cada uno de los vecinos de Maniños y Barallobre.
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